Hay ciertos hechos en la vida de una persona que le hacen dar un giro impensado a la rutina diaria. Pasar de una vida simple en un pequeño pueblo a ser reconocida a nivel mundial. Siendo discriminada y rechaza por hombres a ser la estrella que conquistó a millones de admiradores. Esta descripción resume a la vida de Susan Boyle.
La escocesa pasó de cantar karaoke en una iglesia local a disfrutar de la fama mundial. La trascendencia fue tanta que hasta recibió una invitación al prestigioso programa Oprah Winfred. La señora con su voz conmovió a los jueces del concurso televisivo "Britain s Got Talent".
No fue sencillo para ella cantar ante tanto público que, para colmo, al ver su imagen con cabello despeinado y vestido poco elegante, empezaron con las carcajadas. Sólo unos segundos bastaron para que las risas cambien por aplausos.
Pero más allá de ésta particular historia hay otro secreto que la hace aún más espectacular: la desaliñada escocesa de 47 años reconoció que nunca la habían besado. Aunque suene extraño en estos tiempos, Susan nunca recibió un beso. La confesión de la cantante conmovió y conquistó a millones de admiradores, entre ellos muchos hombres, y como suele ocurrir en la actualidad, un video de la mujer subido a Youtube arrasó con visitas alcanzando los 12 millones.
Aquí en Argentina no se ha oído hablar mucho de Susan Boyle, pero lo cierto es que la nueva estrella está arrasando en varios países del mundo. Su fama alcanzó tal punto que celebridades han reconocido ser fans de la humilde mujer de Escocia.: Demi Moore declaró ser una admiradora.
Hasta hace poco tiempo Susan seguía con su rutina diaria en un pueblo cercano a Blackburn.
La famosa cantante vivía con su madre (fallecida hace dos años) y cantaba para una iglesia local. Pero su rápido crecimiento hizo que su voz traspase las paredes de esa iglesia y recorra el mundo. Susan reconoció que se subió al escenario para demostrarle a su difunta madre que podía hacer algo interesante en su vida. Los resultados demostraron que cumplió con su prometido y con creces.