Federico D’Elía (51) recordó la trágica muerte de su hermano Marcelo y reveló el sueño premonitorio que tuvo 15 días antes de su fallecimiento. "El destino es así: a veces te sale el número que tiraste y otras veces no", comenzó el actor, que estuvo invitado a PH Podemos Hablar.
"El destino es así: a veces te sale el número que tiraste y otras veces, no. Quería venir a Buenos Aires a verme en el teatro San Martín. Fue a tomar el colectivo, pero se había ido. Justo pasaba otro fuera de línea y el chofer le ofreció llevarlo. Se subió y se mató".
Marcelo era dos años mayor que Federico y tenía 23 años cuando murió. Había estudiado Abogacía y Filosofía, pero había decidido dejar ambas carreras y emprender un viaje en busca de su destino. "Un día me llamó y me dijo que se iba a Bariloche, a ver qué hacía. Se fue a pelar papas a una cocina… A vivir una experiencia. Un tiempo después, yo estaba por estrenar una obra en el teatro San Martín y me enteré de que venía de sorpresa", contó Federico.
"Un día me desperté con mucha angustia y llorando: había soñado que Marcelo se moría y se levantaba, y después yo no podía ir a su velorio… Y no pude ir al velorio, de verdad. Del sueño a su muerte pasaron 15 días. No se explica…".
"Él quería venir para el estreno y, de paso, visitar. Fue a tomar el colectivo con un amigo, pero ya se había ido. Justo pasaba otro que estaba fuera de línea y el chofer les ofreció llevarlos. En ese se subieron y se mataron", reveló D’Elía. "No éramos de estar abrazándonos; al contrario, éramos peleadores. Antes había venido a Buenos Aires, había estado viviendo unos días conmigo. Cuando se fue, 'chau, chau' y me fui con mi pareja. Ella me dijo: '¿Qué te pasa?'. Y le respondí: 'Me quedé con unas ganas de darle un abrazo y un beso que no me había pasado nunca en la vida'. Me puse a llorar. Y después nunca lo volví a ver", relató.
"Un día me desperté con mucha angustia y llorando: había soñado que Marcelo se moría y se levantaba, y después yo no podía ir a su velorio… Y no pude ir al velorio, de verdad. Del sueño a su muerte pasaron 15 días. No se explica… Me arrepentí de no haber ido. Creo que tiene mucho que ver con el sueño que tuve, que él se levantaba y no me dio…", completó el actor.