La primera semana del año, la noticia de que Soledad Silveyra (68) había sufrido un ACV generó preocupación en sus seres queridos y en su público.
Sin embargo, la actriz rápidamente aportó calma, desde la clínica La Sagrada Familia, al dar detalles de su salud. "Simplemente quiero comunicarles que estoy bien, vine a hacerme ayer una resonancia magnética, donde salió que había tenido un leve ACV. Después se descubrió que tenía la carótida izquierda tapada. Luego de hacerme todos los estudios correspondientes me llevaron acá, a la Sagrada Familia, en donde me atiende el equipo del doctor Lylyk y me hicieron los mismos estudios y una angioplastia, que llega a la carótida. A cuidarme y a dejar de fumar. Los abrazo con todo mi corazón", dijo Solita, en un audio que le mandó a Implacables.
Enfocada en su bienestar, Silveyra visitó a Florencia Peña, en Flor de Equipo, y relató cuáles fueron los síntomas previos a sufrir el ACV, que la llevaron a hacerse un control médico.
"Cuando leímos en los portales lo del ACV, todos los que te amamos, enseguida flasheamos", le dijo Marcelo Polino, listo para escuchar la explicación de la artista.
"Yo tenía programado el control porque había tenido cuatro temblores que no me habían gustado nada y dije 'esto es neurológico'".
"Enseguida pensé en Cerati, en Carlín Calvo. Yo tenía programado el control porque había tenido cuatro temblores que no me habían gustado nada y dije 'esto es neurológico'. Después lo dejé estar, vinieron las Fiestas. Fueron temblores así (se para y tiembla). Fue una cosa mínima, que duraba treinta segundos y me mareaba. Ahí, el productor me tenía que agarrar. El primer episodio me pasó en septiembre, después tuve cuatro más”, comenzó diciendo Solita.
Luego, prosiguió con su valioso descargo: "Los temblores empezaban en la gamba, yo no tengo bien esta gamba (derecha) y dije 'bueno, puede ser la gamba, las cervicales'. El último episodio fue el 22 de septiembre, cuando fui con mis nietas a un shopping y se me cayó la billetera, fue cortito, catorce segundos. Ellas me miraron, las vi a ellas preocupadas y dije 'bueno, empiezo los trámites’. Cambié de plan (médico) y un neurólogo me mandó a hacerme una resonancia de cerebro. Cuando me hacen la resonancia, antes de poner el contraste, salgo y me dicen 'usted ha tenido un ACV'. Yo fui por control. Mi intuición me dijo 'Solita, andá ya'. Porque esto era rarísimo".
Detectado el ACV, Soledad Silveyra contó cómo prosiguieron los médicos y cómo sigue su día a día: "Después me hicieron cateterismo para ver si había lugar en la carótida para un stent, para abrirla. Cuando lo hizo el doctor Lylyk decidió no abrir porque está totalmente tapada. Tuve miedo y tengo miedo. Ahora estoy medicada con una medicación para toda la vida. Tengo ese miedo de que me vuelva a pasar, porque tampoco se me hizo nada para que no vuelva a pasar, porque no se me pudo destapar la carótida. Estoy haciendo muchos ejercicios de cerebro".