Que Sol Pérez (23) tiene un Lo-ma-zo, no es novedad. Ahora bien, ¿cuál es su fórmula para mantenerse así?, sigue siendo un interrogante entre buena parte de sus seguidores. Y junto a la pregunta, claro, llegan algunas hipótesis: ¿se puso hilos tensores de oro en la cola? ¿Se agregó metacrilato? ¿Se somete a largas horas de electrodos? ¿Es pura genética? Ante la duda remanida, la diosa confirmada para Bailando 2017 dio una respuesta muy concreta a través de un posteo en Instagram.
El domingo, Sol publicó un video en la red social -que en menos de 24 horas ya superó las 460.000 reproducciones- en el que se grabó con el celular de espaldas luciendo una malla enteriza súper cavada, y en el epígrafe aclaró: "Entrenar duro, lo demás es puro cuento". De hecho, en febrero compartió una imagen suya en donde hacía sentadillas con una enorme y pesada pelota entre sus manos.
En su entrevista con Ciudad.com, la chica del clima de TyC Sports se había explayado respecto de su increíble figura entre risas: "Desde chica, a los 16 años, en la plaza me chiflaban con mi mamá al lado y se preguntaban si tenía la cola operada. Mi mamá se re calentaba, también me gritaban en la plaza. Pasa que es hereditario y que desde los cinco años arranqué jugando al voley, después hice gimnasia artística. Hasta que a eso de los 12 empecé a hacer patín, que fue cuando hice el cambio más drástico porque me crecieron las piernas, y dos años después iba al gimnasio periódicamente. Eso sí, a los 19 años, antes de debutar en televisión, me operé las lolas. Lo único que me hice".
Por otra parte, en su momento la "sobri de Pérez" contó su exigente rutina: "Hago patín de vez en cuando y voy al gimnasio. Por un lado, no me puedo quedar mucho quieta, y además al trabajar en el medio una siempre tiene que estar en forma. En cuanto a la comida, como de todo sin irme al pasto. Me doy los gustos, pero medido".