La vida de Sofía Zámolo cambió abruptamente tras el fallecimiento de su amada mamá, Cristina, con la que disfrutaba de un vínculo muy especial. Aunque siempre le dolerá su ausencia física, encontró en su hija California su motivación para salir adelante.
"Lo de mamá fue y es terrible para mí y mis hermanos. Mi mamá era todo: una madre muy presente, nuestro pilar. Ella, además, había tenido una vida muy dura. Perdió a su mamá a los nueve años, cuando la atropelló un tren y a mi hermano Fede, de 16 años, en un accidente de moto. Y así y todo salió adelante y siempre fue positiva", remarcó Sofi en diálogo con Caras, revista en la que es nota de la última tapa.
Entonces, contó que tras la muerte de su mamá se refugió en su hija y que ver crecer feliz a la chiquita es todo lo que necesita para levantarse cada mañana a pesar de la angustia por no tener a su mamá.
"Hoy siento que una parte de mí se fue con ella. No sé qué hubiese sido de mí sin mi hija. Cali me da la fuerza para seguir adelante", expresó, muy sincera y mostrándose vulnerable.
Acto seguido, recordó cómo fueron los últimos momentos de su madre con su hija que, en ese entonces, era muy chiquita.
“Cuando mamá ya estaba postrada, iba a visitarla y me quedaba horas. Me decía 'déjame a la beba un ratito acá' y dormían juntas la siesta. Cali llegaba y se quedaba dormida automáticamente en los brazos de su abuela. Estoy súper agradecida porque por lo menos la conoció, pero también me mata de la pena porque ella toda la vida quiso tener nietos", sumó.
Y se despidió admitiendo que le duele extrañar tanto a su mamá.
"Lloro todos los días porque la extraño. Y a veces la gente se olvida que estás viviendo el duelo de tu mamá", sentenció.