Alejado de las polémicas, de perfil bajo y siempre cordial, el fin de semana Francisco Tinelli (22) protagonizó un escandalete cuando un vecino del edificio donde vive se le quejó por ruidos molestos. Instalado en la casa de su madre, Paula Robles, el hijo de Marcelo Tinelli tuvo un conflicto vecinal por el cual reflexionó con mucha autocrítica.
Así fue que, convencido por su hermana Juanita y su novia, Martina Villar, Fran se puso a jugar con una aplicación que hace preguntas al azar y da tiempo a las personas para que respondan. “¿Creés que la gente que no te conoce tiene una buena impresión tuya?”, indagó la trivia.
Entonces, Francisco se sinceró: “No, no tienen una buena impresión mía”.
Quizá exagerado en su mea culpa, el joven venía de reconocer el irónico ida y vuelta que tuvo con Gustavo, el vecino DJ que le pidió que usara auriculares o piso de goma para disfrutar de la música y evitar perturbar a otros en horario de descanso: “Quiero aclarar que con mi vecino está todo más que bien, ya que le respondí a su carta pidiéndole disculpas si había sentido un exceso de mi parte. Este ‘chiste’ muchos lo tomaron como un gesto sobrador. Una característica que no figura en mis valores. Los que me conocen saben muy bien que madera tengo”.