Silvio Soldán fue el conductor icónico de Feliz domingo para la juventud, uno de los programas más vistos por los adolescentes. Durante décadas, varias generaciones lo vieron saltar jovialmente cada vez que algún estudiante abría el "cofre de la felicidad" y ganaba el viaje a Bariloche para su división. También, alentaba con su voz profunda de locutor a los participantes en prendas como el "Yo sé" y "Camino al Oscar".
En esos años, todo era risas y complicidad. Pero, ¿cómo sería su comunicación con estos chicos hoy, cuando los códigos del lenguaje están en plena transformación y, sobre todo los más jóvenes, hablan con tanta naturalidad en lenguaje inclusivo?
"Me llevo mal con eso, no me gusta, que cada uno haga lo que quiera, pero a mí no me gusta. Soy jovato y es muy difícil que las cosas nuevas interesen", dijo Soldán, contundente, en diálogo con Tatiana Shapiro y Horacio Marmurek en Modo Sábado.
Y contó cuál es la postura de su hijo, Christian: "Él está en contra del lenguaje inclusivo también, jamás lo oí decir ninguna palabra que sea inclusiva ni nada de eso".
"Me llevo mal con eso, no me gusta, que cada uno haga lo que quiera pero a mí no me gusta. Soy jovato y es muy difícil que las cosas nuevas interesen".
"Hablamos idioma español que es tan lindo. Cuando decimos 'todos' hablamos de hombres y mujeres, es indefinido. Es todos", concluyó.