El semestre de convivencia que Silvina Escudero lleva con Federico, su misteriosa pareja, no parece haber resultado una experiencia tan buena. Así lo dejó a entrever la participante del Súper Bailando 2019 en una entrevista con El Show del Espectáculo, el programa de Ulises Jaitt en radio AM 1300.
A raíz de una pregunta sobre si estaba próxima a casarse, en tono risueño Silvina se sinceró: “Estoy más cerca de separarme que de casarme”.
Entre risas, Escudero continuó con su catarsis: “Es muy difícil, estoy atravesando un momento difícil. Hay crisis”. Respecto de si hay discusiones, Silvina aclaró: “En esta casa no se discute. Ni siquiera se discute en paz y quizá haga falta. Estamos en momentos en que siento que él tiene una prioridad y yo otra. Me está siendo muy difícil poder entenderlo y a él muy difícil entenderme a mí”.
"Es muy difícil, estoy atravesando un momento difícil. Hay crisis".
“Me es muy difícil. Yo tengo determinadas necesidades que él no estaría pudiendo entender o solventar. Hablo de cosas emocionales, de tiempo, ir a comer afuera o ir a tomar mate al río. El está muy cansado y no puede porque trabaja todo el día. Y yo también trabajo todo el día, igual o más que él. No sé. Estoy un poco cansada”, continuó.
Cuando el conductor bromeó con que sus amigos se desesperan por salir con ella, Silvina reconoció: “Estoy saliendo más que nunca porque me cansé de esperar. Voy al cine, al teatro, a comer con amigas. Una tiene que hacer lo que la haga feliz, si el otro quiere seguir en el barco… Una tampoco puede estar rogando atención”.
"No saben todo lo que cedí en estos tres años, pero necesito a alguien que esté a la par, que si yo cedo, él ceda”.
Al final, Silvina Escudero resumió su desencuentros con Federico: “El lo sabe, me lo dice, pero no puede compartir. A ver, por el trabajo. Yo entiendo, yo también soy una adicta al trabajo… Para mí es insólito. No solo el trabajo es un compromiso, las amistades son un compromiso. Una relación es un compromiso, una negociación constante. Si uno se pone en un duro que no negocia, se queda solo. No quiero que el bote se venga para mi lado. No saben todo lo que cedí en estos tres años, pero necesito a alguien que esté a la par, que si yo cedo, él ceda”.