A casi medio siglo de haber construido un álbum como Mediterráneo que es una de las joyas que legó a la canción iberoamericana, Joan Manuel Serrat prepara un acercamiento a aquel repertorio que, comenta, ?está integrado por canciones que forman parte de una misma época y por tanto tienen muchas cosas en común, muchas más de las que pensé?.
Y frente al desafío de volver a encontrarse con ellas para "Mediterráneo da capo", le avisa a Télam que "aunque son canciones que he hecho regularmente, nunca toqué juntas todas las canciones de 'Mediterráneo', quizá solamente cuando presenté el disco".
Convidado a hacer un repaso por aquellos temas, el trovador indica que "fueron obras que escribí cuando tenía entre 26 y 27 años, que es un tiempo donde todo es tan fresco y tan mágico que no importan mucho los detalles ni las precisiones biográficas".
Y, además, aconseja con gesto pícaro "en esta vida todo es relativo, aproximado y provisional".
Aun así, el disco en cuestión regala unas piezas de amor de alto impacto como Lucía y Aquellas pequeñas cosas, a las que se añade La mujer que yo quiero, a la que define como "muy simpática y muy divertida".
Télam: ¿Qué significa Pueblo blanco en su obra?
Joan Manuel Serrat: Es una canción que ha tenido muchas lecturas. Curiosamente la gente ha interpretado de manera personal y le ha dado nuevas aristas a ese prisma y eso no solamente me parece interesante y divertido sino muy creativa. Que escribas algo y que aparezca ahí algo que nunca quisiste decir y tenga sentido, es esponjar la canción desde una complicidad que le da una riqueza mucho más grande.
T: ¿Cómo aparece? ¿Vencidos?
JMS: ¿Vencidos? Aparece como algunas de las canciones que he escrito a partir de poemas y estaba en el libro de León Felipe. Y aunque no había necesidad de buscar coincidencia, el poema habla de aquel Quijote vencido que regresa a La Mancha, curiosamente tras haber sido derrotado en la playa de Barcelona por el Conde Luna y vuelve a su territorio para morir. Pero esta historia, el personaje del Quijote es el país, es España, es la pérdida, es el exilio.
T: ¿Por eso la apuesta a Vagabundear, a descreer de la noción de patria?
JMS: Yo no me siento tan sin patria, sino que para mí no está reducida a unos símbolos que son manejables y manipulan la sensibilidad de la gente en beneficio de otros intereses más espurios. Pero la patria está ahí, la patria son los hermanos.
T: ¿Y Tío Alberto era tío suyo?
JMS: Alberto era tío de sus sobrinos, pero no era mi tío. Es un apodo que le pusieron los gitanos por el respeto y la admiración a un personaje de enjundia. Alberto era muy progresista, un gran luchador y al tiempo con mucha cercanía al arte en todas sus facetas.
Fuente: Télam.