En el medio de la explosión del reggaetón hecho en Medellín, el cantante y compositor FMK y el productor Big One viajaron a Colombia para dar con nuevas canciones y, además, traer para Argentina nuevas formas de producción dentro del estudio.
"Cuando fui para allá, justo estaba en esa meseta en la que no podía escribir, que no me salía nada cuando entraba al estudio. Estaba pasando por esa depresión y veía todo nublado en relación a mi carrera. Fui a Colombia a buscar canciones, a que me escriban canciones a mí", relató en diálogo con Télam.
En aquel momento, todavía no escribía canciones para otros artista, un camino que en parte terminó de tomar forma a partir de ese "camp" en tierra cafetera: "Me pasó que cuando me junté con estos tipos hacíamos dos temas todos los días, o terminábamos una canción en diez horas de estudio".
"No se trata de las horas, sino de darle vueltas a algo hasta que esté. Tenés que irte con una idea resuelta a tu casa: es la disciplina de estar, estar y estar. Es como que el que juega al fútbol: si te toca el domingo contra el Real Madrid más vale que entrenes toda la semana", resumió.
En la misma sintonía que su amigo, se propusieron "traer" esta metodología a la Argentina: "Antes de la cuarentena, nos encerramos una semana e hicimos diez canciones. De ahí salió "Ladrón" para Lali y Cazzu, y justo ahí conocimos y empezamos a trabajar con Mari (Becerra)".
"Ojalá que con el tiempo empiecen a aparecer nuevas caras de compositores, es lo que realmente deseo. Cuando uno trae una idea, quiere que también siga creciendo y se genere un movimiento que termine de expandirse cada vez más", sostuvo.
En ese sentido, consciente de que hoy están más que aceptadas las colaboraciones entre artistas y el productor hoy ocupa un rol más protagónico dentro de la creación, FMK espera que a los compositores se les empiece a dar "ese mismo respeto": "Afuera pasa y todo el mundo escribe para todo el mundo y se sabe quién hizo cada cosa. Eso hace que, además de estar pegados, se sostenga en el tiempo", concluyó.