La salud de Sebastián Almada (45) estuvo muy delicada hasta hace poco, cuando pasó un mes internado en terapia intensiva por una infección. A principios de julio, su amigo Diego Pérez describió el cuadro clínico del actor del elenco teatral de Mi vecina favorita: "Después de varios días en terapia, encontraron que le entró una bacteria por la nariz y se metió en la sangre. Le hicieron una operación para sacarle un montón de líquido que tenía en el pulmón, donde parece que estaba alojada".
Ya recuperado tras la exitosa operación y un riguroso tratamiento, el ex VideoMatch volvió a trabajar con normalidad y le contó a Catalina Dlugui los detalles del accidente doméstico que lo llevó a poner en riesgo su vida: “De una pavada, que fue un granito que tenía en la nariz, me lo pinché con una aguja y me entró una bacteria…”. En ese momento, la conductora de Agarrate Catalina, programa que se emite por AM 1110, le preguntó por qué se reventó el granito con una aguja y Almada se sinceró: “Porque uno hace taradeces... fue para enseñarles a los chicos que no se hace. Fue una cosa increíble. Una bacteria entró a la sangre, de ahí a los pulmones y a la columna. Estuve un mes entero internado en terapia en el Hospital Alemán”.
"Fue una cosa increíble. Una bacteria entró a la sangre, de ahí a los pulmones y a la columna. Estuve un mes entero internado en terapia en el Hospital Alemán”.
Más tarde, el uruguayó admitió: “Pasé mucho riesgo. Me sacaron un litro de pus del pulmón izquierdo, me lo operaron y me sacaron la infección que tenía en las pleuras y después me dejaron ahí dos caños horribles drenando. Lo que estoy contando es la realidad. Fue tremendo. Quedé dolorido. Pero ya volví a la gira con Mi vecina favorita”.
"Pasé mucho riesgo. Me sacaron un litro de pus del pulmón izquierdo, me lo operaron y me sacaron la infección que tenía en las pleuras y después me dejaron ahí dos caños horribles drenando".
“Esto me dejó la gran enseñanza de que hay que cuidarse un poco, por más que uno diga ‘era un granito en la nariz’. Sí, bueno. A mí mi mamá me decía que no me apriete los granitos, pero en la cara hay un triángulo que le dicen de la muerte en el que, según los médicos, no te podés apretar. Eso fue lo que hice yo, me apreté el granito y como no salía el pus me lo pinché con una aguja y me lo infecté”, concluyó Sebastián Almada.