La interna familiar quedó desnuda públicamente y la herida arde con tal fuerza que ni siquiera el coma farmacológico que Santiago Bal sufrió el año pasado pudo acercarlo a su hija, Julieta. La distancia parece ser insalvable y para exorcizar sus demonios, la actriz desnudó su verdad en un durísimo monólogo contra su padre, en la obra Julieta Bal Diván.
“Te vi 25 veces en 12 años, pá. Me rompiste el corazón. ¿No te acordabas que tenías una hija? Tu marca me atraviesa. Me marcaste para toda la vida. Un mimo, una caricia, un abrazo, no quería mucho más que eso. Con mamá era feliz donde sea y como sea. Con papá… te la debo, o vos me la debés a mí, qué se yo”, rezan algunos de los fragmentos del espectáculo.
"Me duele mucho la distancia de Julieta. Digo, ¿no hubiera sido más fácil si tiene un problema conmigo levantar un tubo y decirme ‘papá quiero verte, con vos me pasa ’pa pa pa’?".
Santiago visitó el piso de Intrusos, habló de la relación con su hija y contestó el polémico texto. “Me duele mucho la distancia de Julieta, pero no la inicié yo. Sí, está haciendo una obra hermosa, estoy tan contento, estoy pasando un momento bárbaro. ¿Si alguno de los presentes tiene un problema, sale a la esquina y se pone a gritar lo que le pasa? No, trata de solucionarlo y si es posible con la persona indicada. Digo, ¿no hubiera sido más fácil si tiene un problema conmigo levantar un tubo y decirme ‘papá quiero verte, con vos me pasa 'pa pa pa’?”, comenzó el director teatral.
"Lo está usando con gran inteligencia porque ya le funcionó. Hace un par de años, fue a los programas a hablar mal de mí y la contrataron para hacer temporada. Entonces parece que le funciona y encuentra ese método".
“Yo no soy cabrón, soy duro y frío. Sé cuáles son mis fallas. Creo que lo está usando con gran inteligencia de su parte porque ya le funcionó. Hace un par de años, fue a los programas a hablar mal de mí y la contrataron para hacer temporada en Carlos Paz con Los Grimaldi. Entonces parece que le funciona y ahora hace una obrita y querrá tener un bolo en televisión y encuentra ese método”, disparó, con mucho picante.
“¿Qué me pasa con ella? Que la quiero muchísimo y tengo dos hijos varones que me dan el cariño que te da un varón, pero yo necesitaría una abrazo femenino. Cada cumpleaños le mando flores. Teníamos una relación estupenda, todas las semanas nos encontrábamos a tomar un trago, hablábamos, después nos íbamos a comer. Hasta que un día…”, completó Santiago, ya sin palabras.