Hombre de bajo perfil, Rodrigo de la Serna (43) habló por primera vez del final de su relación con Érica Rivas (45), con quien fueron padres de Miranda (19). El actor estuvo en PH, Podemos hablar y contó uno de los momentos en los que sintió la soledad en carne viva.
"No me gusta hablar mucho de mi vida privada. Quiero rescatar la soledad, es bueno estar solo por momentos. Uno aprende muchas cosas de sí mismo. Siempre me encargué de que mi vida estuviese rodeada de gente, ruido, alegría y quilombo. Pero claro, me he sentido muy solo en alguna oportunidad", comenzó Rodrigo, que fue padre de Olivia (9 meses) con Ludmila Romero, embarazada nuevamente.
"Fue cuando me separé de Érica. Nosotros vivíamos en un pueblo, en Maschwitz, tuvimos una hija cuando yo tenía 23 años, ella 25 y vivimos once años juntos, en familia. Una familia preciosa. Pero cuando la decisión ya estaba tomada, me obligué a mí mismo a irme", continuó el actor.
“Alquilé una casita en medio de un pantano. Quedaba en Escobar, en las afueras, casi llegando al Paraná. Una soledad... Buenísima, pero en primavera. Y era invierno. Un hogar prendido con leña, un poncho... ", detalló De la Serna.
"Me hice cargo de muchas cosas, reflexioné mucho sobre mi vida, gané perspectiva. Rescato ese tiempo, aunque fue doloroso, fue duro; durísimo. Fue una especie de renacer, pero a los 33 años. Igual, fue genial", completó.