"Matías Franco es un lobista, un facilitador de negocios, por decirlo elegantemente, pero la realidad es que es un 'garca'. Un tipo que tiene mucha llegada en el poder legislativo, en el judicial, en el mundo empresarial y facilita negocios entre las partes. Por supuesto se lleva su suculenta tajada... Es un psicópata con un pragmatismo voluptuoso".
Así, preciso y contundente, Rodrigo de la Serna (42) describe su nuevo desafío: su personaje protagónico en El Lobista.
La nueva miniserie original de eltrece, TNT y Cablevisión -producida por Pol-ka- asomará a las pantallas esta noche desde las 22.45 y, junto al talentoso actor, estará un elenco de lujo: Darío Grandinetti, Leticia Brédice, Julieta Nair Calvo, Alberto Ajaka, Juan Nemirovski y Luis Machín. A horas del esperado debut, De la Serna habló mano a mano con Ciudad.
"Vivo el estreno con mucha felicidad después de tres meses de trabajo muy intenso. Estamos absolutamente convencidos del trabajo que hicimos y sentimos que es un producto que eleva la media de la ficción argentina por cuestiones argumentales, desarrollo de guión, la calidad de los artistas que participan".
-¿Cómo te sentís palpitando este nuevo desafío que te tiene a la cabeza?
-Vivo el estreno con mucha felicidad después de tres meses de trabajo muy intenso. Estamos absolutamente convencidos del trabajo que hicimos y sentimos que es un producto que eleva la media de la ficción argentina por cuestiones argumentales, desarrollo de guión, la calidad de los artistas que participan como Darío Grandinetti, Leticia Brédice, Julieta Nair Calvo... que va a dar mucho que hablar y va a ser un salto muy importante en su carrera. Es una actriz dramática muy buena. Además, Alberto Ajaka, Juan Nemirovski, Luis Machín. Estamos muy felices con lo que estamos haciendo.
-Lo último que te habíamos visto hacer en pantalla fue, nada más y nada menos, que la historia del papa Francisco. ¿Qué te convenció ahora para este nuevo personaje?
-Fundamentalmente esto de poder trabajar con Daniel Barone en la dirección, con este equipo de artistas maravilloso, el guión: ¿cómo decirle que no a un proyecto así? Es un personaje muy lindo de interpretar.
Sobre Julieta Nair Calvo, su compañera en la ficción: "Va a dar mucho que hablar y va a ser un salto muy importante en su carrera. Es una actriz dramática muy buena".
-Además de lo que nos adelantás de Matías Franco, sus influencias, su poder y sus manejos, sabemos que habrá una historia de amor...
-Sí. Es una historia que lo pone en jaque un poco. Su mundo sentimental empieza a no coincidir con este mundo que requiere de tanta frialdad y ambición reptiliana te diría. Es maravilloso lo que han hecho con el guión y me parece que la factura técnica también es impecable.
-En este momento de tu vida estás ocupadísimo, pero ¿qué hace Rodrigo de la Serna cuando no tiene este ritmo vertiginoso de trabajo?
-Ensayo, preparo los trabajos, como por ejemplo la despedida de Estilos Criollos con el Yotivenco, que es algo que venimos amasando hace 12 años y ahora está en un clímax de perfección tímbrica. Ahí somos cuatro guitarras, después me canto unos temas con una orquesta, terminamos con los tambores en la calle. Todo eso con vistas al 15 de junio que va a ser la despedida en el teatro Ópera. Aparte de eso, también me dedico a mi vida de todos los días, la vida del hombre. Me gusta mucho viajar, leer, tocar la guitarra, cocinar... Me gusta mucho hacer asado, pollo a la portuguesa, ja, ja.
-¿Y con respecto al amor? Estás en pareja con Ludmila Romero (23), ¿ser famoso simplifica encontrar el amor, ser correspondido?
-Yo no me considero famoso, soy un actor que por consecuencias evidentes tengo más visibilidad que otras personas, pero no siento que sea más fácil la vida. Uno carga con sus propias miserias, sus defectos y sus karmas también. Vamos al baño, pagamos las cuentas, a veces no llegás y estás sin laburo. Enamorarse no es algo fácil, como nos pasa a todos.
-¿Cómo te las ingeniás con los "baches" de trabajo y los vaivenes de tu profesión?
-Hay que ser muy creativo porque este es un trabajo muy irregular, me considero un privilegiado, pero he tenido baches. Siempre he tenido trabajos, quizás también autogenerados, como esto del Yotivenco; hacemos de todo.
-Hablando de lo laboral, tu hija Miranda (17) decidió dedicarse a la actuación. ¿Cómo la ves vos?
-Siento un orgullo que se me explota el pecho por ella. Siento que es un ser humano extraordinario, una actriz con mucho talento, que está haciendo sus pasos de una manera muy emocionalmente inteligente. Soy muy admirador de mi hija, de su talento y su condición. Me parece un ser humano maravilloso.
-¿Cómo es ver a tu hija en pantalla grande?
-No puedo creer la calidad de actriz que es, el nivel de precisión, de inteligencia, que tiene a la hora de elegir sus trabajos. Tiene una expresividad muy precisa y muy personal, la admiro mucho como actriz.
"Siento un orgullo que se me explota el pecho por mi hija actriz. Siento que es un ser humano extraordinario, una actriz con mucho talento, que está haciendo sus pasos de una manera muy emocionalmente inteligente. Soy muy admirador de mi hija, de su talento y su condición".
-¿Cómo sos como papá? ¿Hablás de temas como sexo, drogas?
-Le tendrías que preguntar a Miranda cómo soy como papá, ja, ja. Pero sí, son temas que se hablan, tenemos un buen diálogo.
-¿Ya notaban sus virtudes desde chiquita?
-Es algo que naturalmente heredó tanto de la madre como del padre, y de nuestros entornos, que compartíamos en la mesa de casa discusiones con respecto a guiones o cómo encarar tal escena. Creo que podrá discriminar muy bien los aciertos y los errores de sus padres. En eso tiene una muy buena ventaja.
-¿Creés que llegará el momento de trabajar juntos, así como ya hizo su experiencia en Bruja, junto a Érica Rivas, su mamá?
-¡No veo la hora! Participé de un trabajo en una película que ella hizo (Antes del estreno, en 2010) y ya se va a dar el poder compartir más, estoy seguro.