Fátima Florez (36) está en el lugar donde siempre quiso estar y lo valora ya que, según ella misma relata, en el rubro en el que trabaja -y le pone toda la pasión y talento- hay mucho prejuicio. En una nota a corazón abierto, la capocómica se refirió a este tema.
"Al principio tuve que pelear mucho con prejuicios de que si sos mujer no hacés reír. Y cuando empecé lo hice medio como vedette, porque era mi forma de empezar y no reniego de eso. Si cuando empezás tenés un buen cuerpo, está buenísimo aprovecharlo, aunque mi meta eran los personajes, el humor. Hay mucho prejuicio, insisto", expresó la artista en diálogo con la revista .
"Siempre fueron los hombres los capocómicos, los cabeza de compañía, los que cortaban el ticket. Para una mujer es mucho más difícil que un productor apueste a que le va a llenar el teatro, y de verdad que se puede", agregó la actriz de la obra Genias.
"Me parece frívolo criticar a la gente por cómo se viste, ¿y el espíritu, la persona dónde está? Siempre que me la encuentro me sonríe y después me clava los puñales. La moda no tiene que ser discriminación. ¡Basta de violencia!".
Además, la rubia -que reveló que el año que viene va a buscar su primer hijo junto a su pareja, Norberto Marcos (58)- habló de su relación con la terapia: "El año pasado hice por primera vez. Yo renegaba, no quería contarle mi vida a un extraño. Pero creo que uno va evolucionando, pensando distinto, y decidí cambiar. Eso me ayudó. Habré ido entre seis y siete meses, y me gustó, le tomé el gustito. Tenía amigos que me venían diciendo que viera a un profesional. Siempre una ayuda terapéutica viene bien, sobre todo cuando uno tiene tanta responsabilidad sobre las espaldas y la exigencia de estar siempre diez".
Por último, le dedicó una fuerte reflexión a Matilda Blanco, la asesora de imagen que siempre critica cómo se viste: "Mirá que paradoja. Ella pertenece a la moda y dicen que es cool, pero soy yo la que le contesta con clase. Me parece frívolo criticar a la gente por cómo se viste. Sólo por el envase criticás a alguien, ¿y el espíritu, la persona dónde está? Siempre que me la encuentro me sonríe y después me clava los puñales. La moda no tiene que ser discriminación. ¡Basta de violencia!", cerró, tajante.