Una insólita manifestación de la producción de 100 argentinos dicen sorprendió a Darío Barassi en vivo, y lo sacó de las casillas. En pleno programa, el conductor notó que una compañera tenía una remera con la cara de Monchi Balestra, quien lo reemplazó al frente del ciclo durante el tiempo que estuvo afectado por covid.
“Luli, ¿qué tenés puesto? ¿Qué es todo esto? ¿Qué haces vos también con esto?”. Entre risas, Darío arremetió: “¡Qué basuras!”. Atónito, vio a todo su equipo enarbolando el rostro de Monchi, quien además había conducido el programa de preguntas y respuestas entre 2004 y 2005 en las tardes de eltrece.
La mayor decepción se la llevó de uno de sus más íntimos colaboradores: “No, Bicho, vos acabas de llegar de vacaciones. No puedo creer esto, no, no, no entiendo”, expresó desconcertado. Por eso, una de las mujeres tomó la palabra: “Monchi llegaba a horario. Monchi respondía bien a todas las cosas te nosotras le decíamos”.
“No entiendo, ¿esto es una cosa sindical? No entiendo cómo convencieron a todos. ¿Hay remeras con mi cara, o no?”.
“No entiendo, ¿esto es una cosa sindical? No entiendo cómo convencieron a todos. ¿Hay remeras con mi cara, o no?”, indagó con rostro endiablado. Entonces, continuó: “Ah, ¿hay una de Monchi para mí? A ver, traémela Barbie. A ver que quiero ver la remerita, qué linda que te queda. Años trabajando en el canal para terminar haciendo esto”.
Ahí, Barassi fingió interés en la prenda, pero al recibirla se puso a romperla con sus manos y sus dientes hasta dejarla hecha hilachas: “A ver el talle… ah, mirá qué bien me queda…”. Desafiantes, las productoras lo torearon: “No vas a poder con Monchi. Somos muchas las que estamos con él”.
Enardecido, Darío amenazó con tono jocoso: “Ah, ¿vos también querés? ¿Querés que te la rompa puesta? De toda esta basura, de toda esta escoria, esperaba cualquier cosa, de vos, que estás acá gracias a haber tenido sexo con cuatro directores, no, esperaba otra cosa”.
“Estoy caliente en serio, eh, pero porque me sorprendió, porque no me lo esperaba. Estoy chivando como nunca antes, guardame la mía, eh, la voy a incendiar hoy. Le mando un beso a Monchi, no es contra vos. Mirá cómo quedó…”, se sinceró Darío Barassi, indignado por la traición de su equipo con Monchi Balestra.