Ocho años atrás la vida de Darío Giordano dio un giro trágico e inesperado: su mujer, la queridísima Romina Yan, murió a causa de una muerte súbita dejándolo solo con tres pequeños: Azul (10), Franco (18) y Valentín (16).
Tras un tiempo dedicado exclusivamente a la crianza de sus hijos, Darío (quien siempre mantuvo un bajo perfil) volvió a apostar al amor, de la mano de la chef rosarina Miren Algañarás. ¿Una curiosidad? Cuando se conocieron, la mujer venía de una mediática ruptura con el actor Mike Amigorena, que la había acercado a la prensa del corazón.
Tras dos años de novios, Miren y Darío se casaron en una boda secreta, sin presencia de los medios. Ella cerró su restó en Palermo y junto al viudo de Romina abrieron una empresa de catering tras mudarse a un barrio privado. Al poco tiempo fueron padres de un varón.
Luego del emocionante especial #ViveRo, al que el productor acudió pero no fue capturado por las cámaras de Telefe, rompió el silencio y contó sus sensaciones sobre el homenaje y la presencia de sus hijos en el escenario.
“Estamos felices. Siempre es hermoso recordarla y más con este homenaje maravilloso”, aseguró. “A mí me tocó otra Ro, que no es Belén Fraga, como yo digo. Mi Ro tiene más que ver con una persona maravillosa, que era todo amor y eso está siempre conmigo y con todos”, sumó, orgulloso del 'gen artístico' de sus chicos.