Mientras disfruta del éxito de Nuevamente Juntos, la obra que dirige y protagoniza con sus padres, Fede Bal (29) tiene varios frentes de conflictos abiertos: protagonizó otro fuerte enfrentamiento con Nazarena Vélez, se reavivó en los medios la polémica con su ex Barbie Vélez, y su obra familiar fue abucheada en los Estrella de Mar al ausentarse de la premiación, con el agregado de que entre los que se sumaron a la reprobación estuvo Julieta Bal, su hermana.
“Estas cosas son frivolidades. Es una atrás de la otra, pero nadie me quita que hoy mis papás se dan un beso arriba del escenario y los veo emocionados. Eso ya es una misión cumplida. Que me digas que me abuchean, que todo el verano recibí bastantes ofensas de mucha gente… Cuando subo a un escenario se me van todos los males. Entonces, este es mi lugar de paz y de amor”, dijo en una nota con Intrusos en la que no pudo evitar las lágrimas.
Enfrentado a su hermana y en el centro de la atención de los medios, Fede decidió abrir su corazón en Instagram, donde compartió un sentido descargo: “En los últimos 3 años me pasaron miles de cosas. Tuve la enorme bendición de que la mayoría de ellas fueron maravillosas”, arranca el texto Bal. "El público nos acompaña. Se ríen, se emocionan en cada función. Parece que todo es ideal y en un punto lo es. Pero nada es gratis. Cuando mejor te va, más te cuesta. Las críticas se multiplican. Y casi no hay un día en el que no digan ‘Fede estuvo mal porque...’”.
"El éxito, o como quieran llamarlo, viene acompañado de asperezas y espinas. Y uno tiene que entender que no es lo mismo tener éxito en el trabajo, que ser feliz"
“No culpo ni estoy criticando a nadie. Ni me victimizo ni nada de eso. Solo digo que parece que la cosa funciona así. El éxito, o como quieran llamarlo, viene acompañado de asperezas y espinas. Y uno tiene que entender que no es lo mismo tener éxito en el trabajo, que ser feliz”.
“Tengo que agradecer cada día el poder trabajar de lo que quiero. Y agradecer más aún estar viviendo este presente, día a día, con mis viejos. Subiendo al escenario juntos. En una especie de sueño perfecto. Tengo que entender que tal vez el costo de todo esto sean esas espinas, que lastiman pero no matan. Todo es aprendizaje y todo me hace más fuerte”, cerró Fede, con los sentimientos encontrados que lo atraviesan este verano de éxito y conflictos.