Desde que María Julia Oliván dio a conocer que su hijo Antonio (4) padece un trastorno de espectro autista, la periodista decidió compartir el día a día del pequeño para generar conciencia y ayudar a otras familias que pueden estar pasando una situación similar.
En esta oportunidad, Oliván decidió hacer pública a través de Instagram su preocupación por la atención profesional a chicos con necesidades especiales durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus: “La #saludmental es #salud. Los padres y cuidadores de niños en tratamiento y con necesidad de apoyos tienen que ser escuchados. Una pandemia no es solo un virus que infecta la sangre”, escribió.
María Julia publicó un video en el que cuenta en primer plano la situación que viven muchos niños: “ Además del flagelo de que haya Prepagas y Obras Sociales que se están negando a cubrir las terapias virtuales, hay otro problema que están afrontando muchísimos padres de chicos con autismo o con otras discapacidades, aunque no es mi caso personal”, comenzó.
"Hay profesionales que se niegan a hacer uso del permiso para realizar terapias domiciliarias que está establecido en el decreto de necesidad y urgencia presidencial"
Y explicó: “Hay muchos profesionales que se niegan a hacer uso del permiso para realizar terapias domiciliarias que está establecido en el decreto de necesidad y urgencia presidencial. El decreto establece que una de las actividades esenciales es la prestación de servicio terapéutico a personas con autismo o discapacidad. Están en su derecho a hacerlo pero están poniendo en una muy mala situación a los padres y a los niños”.
Uno de sus seguidores criticó su mensaje al escribirle: “Los médicos no están obligados a atender. Nadie puede obligar a nadie en este contexto. En todo caso, el profesional no facturará la prestación durante los meses de aislamiento y listo. Increíble que una referente desinforme tanto”.
Pero ella le respondió con firmeza: “¿Yo dije que están obligados? Dije que están en su derecho. Parece que vos escuchás lo que querés escuchar. Después dije las consecuencias que eso trae en nuestros hijos. Y estoy en mi derecho de hacerlo como periodista y como madre”.