La última mesa de Almorzando con Mirtha Legrand, que sigue siendo conducido por Juana Viale en reemplazo de su abuela por la cuarentena obligatoria, estuvo dedicada a la educación con distintos especialistas. La mesa sirvió para que la actriz muestre su lado más desconocido, haga comparaciones sobre cómo fue su experiencia escolar, y exprese su preocupación como madre por los estudios de sus hijos.
“Las clases, como ibas a tener clases durante todo un año, eran aburridas y eternas. Ahora todo se comprime a un momento de concentración, un momento de dedicación, de sentarse y prender antenas. Por ahí eso hace que absorbamos un conocimiento real, no de memoria”, reflexionó la actriz, y detalló que a sus hijos “les llegan mensajes para cada uno” de sus docentes.
"A mi hija, que es una fanática del estudio, siento que le cuesta discernir cuánto está estudiando y cuánto no. Son los siete días de la semana que no la veo y me cuesta verla tan dependiente de eso y no poder relajar".
Sin embargo, Juana habló de cómo el coronavirus cambió los tiempos de estudio y contó que Ámbar (18), su hija, es súper aplicada: “A mi hija, que es una fanática del estudio, siento que le cuesta discernir cuánto está estudiando y cuánto no. Para mí son los siete días de la semana que no la veo y cuando le pregunto me dice que estaba estudiando discernimiento filosófico, ponele. Me cuesta verla tan dependiente de eso y no poder relajar”, reveló.
"Con Silvestre lo lindo es que tienen que leer, después responder ciertas preguntas sobre los personajes y siempre la tarea termina con dibujar una parte del capítulo que te haya gustado. Siempre están buscando conectarse con una creatividad".
También la conductora destacó el modo de aprendizaje actual: “Me pasó con el tema de las tareas con Silvestre, que tiene 12 años y está leyendo un libro por capítulos que se llama Los hermanos corazón de león, y lo lindo es que tienen que leer, después responder ciertas preguntas sobre los personajes y siempre la tarea termina con dibujar una parte del capítulo que te haya gustado. Mi hijo dibujó una cueva y yo pensaba ‘guau’, yo hubiese hecho otra cosa, más allá de que no soy muy capa dibujando. Siempre están buscando conectarse con una creatividad”, contó, que además es mamá de Alí (8).
También Juana recordó su frustración con el paso escolar: “A veces, y a mi pasó y es muy frustrante, cuando te ves falta de herramientas y descendés a un estadio de aburrimiento, de incapacidad. El muro es muy grande y empezás a buscar un recurso porque no te queda otra”, rememoró.