Si bien ya era un cantante muy conocido entre sus seguidores, Rusherking se hizo más popular cuando se conoció que había comenzado una nueva historia de amor con Eugenia “la China” Suárez. Sin embargo, en una profunda nota, reveló cuál es el costado que más lo incomoda de la fama.
Invitado a Paremos la mano, el programa de Luquitas Rodríguez en Vorterix, el músico dio detalles de cómo vive esta nueva etapa tras estar en boca de todos los medios y las redes. "¿Hablaste con Ángel de Brito?", le consultaron.
A lo que el joven se sinceró sin tapujos: "Es lo último que haría en mi vida. Pero no me mandó nada. No tengo el número de Ángel, todavía. Soy nuevo en esto, todavía estoy adaptándome, es un quilombo”.
"¿Si hablé con De Brito? Es lo último que haría en mi vida. Pero no me mandó nada. No tengo el número de Ángel, todavía. Soy nuevo en esto, todavía estoy adaptándome, es un quilombo".
“Imaginate que hace un mes me pasó que salía de ensayar y tenía a un loco con una cámara con el flash y me ponían el micrófono en la cara”, agregó, sosteniendo que aún no le resulta fácil que lo busque la prensa.
Además, dio detalles de otras situaciones que le parecieron extremas: “Esa fue una y después cuando salí de un hotel en el que estuvimos con Eugenia y nos habían llevado los autos. Ahí filmaron los autos. ¿Podés creer que el loco nos estuvo esperando toda la noche? Igual, yo había estacionado como el ort…, hay que hacerse cargo”.
"Y las preguntas son bol… Si vos me decís, organizamos la nota, no tengo problema. Es un formato muy estúpido salir a apurarte en la calle. Llamame y hacemos la nota".
“(Los cronistas) aparecen de los árboles, es una locura, es de película. Los voy a empezar a grabar para hacer un documental. Y las preguntas son bol… Si vos me decís, organizamos la nota, no tengo problema. Es un formato muy estúpido salir a apurarte en la calle. Llamame y hacemos la nota", cerró, contundente.