La confusión y la escalada de lamentables acusaciones entre Leo Rosenwasser y Raquel Bermúdez alcanzaron un preocupante nivel mediático, tras el cual los padres de Baltazar (16) y Martina (11) llegaron a una tregua judicial. De todas formas, el lunes el periodista se presentó en Nosotros a la mañana y afrontó las versiones de que habría ejercido violencia doméstica sobre ella, tal como se tramita una causa en Tribunales.
"A Raquel la tocás y le queda el dedo marcado. Siempre llegaba marcada, pero de ahí a decir que le pegaba, que la mataba a golpes, que le pegaba a los chicos...".
Plantado frente a Fabián Doman, el exhumorista de VideoMatch justificó los recurrentes moretones en el cuerpo de su exesposa, que Lizy Tagliani aseguró haber visto en más de una ocasión cuando debió cortarle el cabello y peinarla. "Lo puedo explicar. Sí, había moretones. Si ella lo quiere explicar con la misma buena intención que yo, lo puede explicar porque lo puede mostrar. A Raquel la tocás y le queda el dedo marcado. Ella lo puede mostrar si quiere, es una cuestión de voluntad, si quiere. Siempre llegaba marcada, pero de ahí a decir que le pegaba, que la mataba a golpes, que le pegaba a los chicos...".
En el acuerdo que firmaron, Leo Rosenwasser como Raquel Bermúdez "reconocen la existencia pasada de situaciones que podrían enmarcarse en conflictos de violencia familiar, donde la violencia verbal se encontraba naturalizada, con inexistencia de violencia de género".
Entonces, Evelyn von Brocke fue frontal con Rosenwasser: "Te lo hago más sencillo. ¿Podés jurar por tus hijos, que es lo más preciado que tenés, que nunca le pegaste a tu mujer? Podés decir que sí o podés decir que no". Tras el reproche de los panelistas a Von Brocke por el tenor de la indagatoria y una larga pausa, el invitado se sinceró: "He tenido con Raquel episodios de mucha violencia, sobre todo esos audios verbales. En los últimos tres años intenté priorizarme, salir y desengancharme por el nivel de violencia que había en la casa. Hemos tenido gritos enormes, los dos, pero jamás le pegué".
En cuanto al acuerdo que firmaron, en el primer punto tanto Leo Rosenwasser como Raquel Bermúdez "reconocen la existencia pasada de situaciones que podrían enmarcarse en conflictos de violencia familiar, donde la violencia verbal se encontraba naturalizada, con inexistencia de violencia de género". En el segundo punto, ambos "reconocen de igual modo que no existieron ni existen actos de violencia física de los padres con relación a los hijos". Por otra parte, Rosenwasser y Bermúdez se comprometieron a someterse a un tratamiento psicológico, y recurrir a asistencia psicopedagógica para sus dos hijos.