Nicolás Wiñazki se acercó junto a su familia a un bar, al que suele ir con frecuencia, en Ciudad Jardín, para festejar el egreso de su hijita que ya terminó el jardín de infantes. Sin embargo, cuando pidió una mesa para ocho personas recibió una respuesta que lo descolocó.
"Me pegaron en la calle, recibí insultos fuertes y tuve unas cuantas discusiones, pero nunca imaginé que podía pasarme algo así”, expresó el conductor de TN Central, angustiado, en diálogo con Teleshow.
"Me pegaron en la calle, recibí insultos fuertes y tuve unas cuantas discusiones, pero nunca imaginé que podía pasarme algo así”.
Y detalló cómo se dio la incómoda situación: "Era la primera vez que salía a cenar con mi familia. Estaba mi mamá, mi suegra, mis hijos... Y cuando le dije cuántos éramos me dijo que no me iba a poder atender”.
Al instante, entendió a qué se debía que no lo dejaran cenar en el restaurante. "Enseguida me di cuenta que era por mi laburo... Y lo primero que me salió decirle es ‘vine siempre a este lugar'". Sin embargo, el dueño del local se mostró inflexible. "No sos más bienvenido”, le dijo. Sin ánimo de generar un conflicto, el periodista y su familia se retiraron del lugar.
"El dueño nos dijo que le habíamos hecho mal a la Argentina. La verdad, un disparate”.
"El dueño nos dijo que le habíamos hecho mal a la Argentina. La verdad, un disparate”, cerró el conductor, tras revelar que su esposa se enojó más que él.