El periodista Emiliano Pinsón contó en una entrevista radial que, hace un año y medio, le detectaron el mal de Parkinson. Y dio detalles del duro tránsito por la enfermedad, a la que le va a dar batalla.
"Me hice un estudio del sueño, me dio mal. Yo me seguía sintiendo bastante mal, entonces, me hice un estudio más en Fleni. Hago unos ejercicios y me diagnostican Parkinson, en febrero del año pasado. Ahí entendí todo”, comenzó contando Pinsón, en nota con Andy Kusnetzoff, en Perros de la Calle.
"Me hice un estudio y me dio mal. Fue un shock. No lo pensaba. Yo creía que era estrés, y no, me dijeron ‘tenés Parkinson’, aparte de una manera media cruda”.
Luego, continuó: “Fue un shock. No lo pensaba. Yo creía que era estrés, y no, me dijeron ‘tenés Parkinson’, aparte de una manera media cruda”.
"La médica me dijo que ya no iba a ser el de antes, que iba a estar cerca, pero que no iba a ser el mismo, y la verdad es que me golpeó. Llamé a mis viejos. Mi mamá pensó que me moría mañana, y no. Si bien yo no quise meterme mucho en la enfermedad, la neuróloga me explicó que no es tanto la enfermedad sino el paciente. Yo tengo el tipo de Parkinson que tiene el Indio Solari, el rígido”, detalló el periodista deportivo.
“Con este tipo de Parkinson tenés movimientos robóticos. Yo tengo uno leve, estoy medicado. Es de por vida, crónico".
Sobre las características de la enfermedad, Emiliano Pinsón destacó: “Con este tipo de Parkinson tenés movimientos robóticos. Yo tengo uno leve, estoy medicado. Es de por vida, crónico. Aparece porque sí, yo no tengo antecedentes”.
"En lo cotidiano es bastate complicado. Te jode para ir al baño, para comer, para abrir una puerta. Se mete por todos lados. Era o quedarme llorando y perder el tiempo, o salir a pelear, y elegí esto último, porque lo voy a tener todo el tiempo hasta que encuentren una cura porque no pienso retirarme", afirmó, esperanzado.
"Era o quedarme llorando y perder el tiempo, o salir a pelear, y elegí esto último, porque lo voy a tener todo el tiempo hasta que encuentren una cura porque no pienso retirarme".
EL EFECTO EMOCIONAL DE LA ENFERMEDAD EN EMILIANO PINSÓN
“A veces puchereo, pero de emoción, porque me doy cuenta de que tengo huevos. Tuve que dejar de jugar a la pelota. Hay cosas que me cuestan. A veces pienso que era un tipo que ahora no soy. Si me ven lagrimear es de contento, de ir para adelante", aseguró el periodista, emocionado.
“Te das cuenta de que tenés una fuerza y una cabeza más fuerte de lo que pensabas. Y te encontrás con gente copada. Yo trabajo en el medio hace 25 años. A algunos también les impresiona, y bueno, piensan que te va a pasar algo, no sé, pero yo hago las cosas de antes, tengo pinta", agregó, con un poco de humor.