A la vista de los mil y un escándalos de su hermano Macaulay, que se hizo famoso de niño como el protagonista de Mi probre angelito, el perfil sereno de Kieran Culkin llama la atención.
Hoy, a sus 37 años, el nombre de quien por años fue conocido como "el hermano de..." volvió a hacerse notar a partir de su participación en la renombrada serie Succession, del canal HBO, actuación por la que ganó un premio Golden Globe en la última entrega.
Kieran arrancó su carrera a los 8 años, en el mismo film que protagonizó su hermano, pero con un papel chico (hacía de uno de los hijos menores de la familia). Fue a los 11 años de Macaulay, cuando como niño estrella y habiendo conseguido su primer millón, decidió dejar de sostener económicamente a su familia, que la carrera de Kieran comenzó a tomar vuelo y dirección propia.
Pronto las decisiones del joven se fueron distanciando de las de su hermano mayor, que no hacía más que derrapar en episodios de excesos y descontrol. Kieran optó por un perfil bajo y empezó a elegir películas independientes. En 2012 obtuvo su primer protagónico en Igby goes down, película indie en la que compartió elenco con Ryan Phillippe y Susan Sarandon, producción que le valió una nominación al Critic's Choice Awards en la categoría Mejor intérprete joven.
Desde 2013 que está casado con Jazz Charton, con quien tuvo una hija a quien llamaron Kinsey Sioux. En los últimos años, el actor se destacó en varios papeles en exitosas producciones para la televisión, como Fargo, en 2015.
Mientras que hoy, su trabajo en el último fenómeno de la señal HBO, Succession, (donde interpreta a Roman Roy, uno de los hijos de un magnate multimillonario que debe elegir su sucesor para manejar sus empresas), no hace más que cosechar elogios.