En la filmación de La Mary Susana Giménez entró en la órbita de Carlos Monzón y dio vuelta su existencia. Y con ese romance que arrancó con todo el fuego, la vida de Pelusa también cambió para siempre.
Hoy, a más de 40 años de ese suceso, la primera mujer del boxeador condenado por homicidio no guarda rencores. "Con Carlos nos amábamos, pero no podíamos vivir juntos. Los dos teníamos carácter muy fuerte", le reveló a la revista Caras.
Mucha agua ha pasado debajo del puente desde ese entonces y Pelusa hizo las paces con Susana, a quien incluso hace unos años visitó en su programa, donde se abrazaron y recordaron las viejas rencillas y mitos que se tejieron en torno a las dos. "Sentí mucho amor por ella porque la había perdonado en mi corazón. Es más, soy admiradora de Susana. Y siempre miraba su programa".
"Sentí mucho amor por ella porque la había perdonado en mi corazón. Es más, soy admiradora de Susana. Y siempre miraba su programa".
"La gente me decía '¿Cómo pudiste perdonar lo que te hizo?'. Pero el rencor no está en nuestra familia", aseguró. A la vez, su hija Silvia tampoco guarda malos sentimientos para con la diva: "Yo también pude entenderla porque, finalmente, fue una mujer que amó a mi papá y lo aceptó como era, sin querer cambiarlo. Y, en definitiva, mi papá es el eje del amor de esta familia y de su amor también".