La gala de la presentación de Bake Off Argentina en el Palacio Duhau tuvo a Paula Chaves (35) como protagonista excluyente de la noche, no solo por su rol de conductora del reality de pastelería, sino por las atentas miradas a su embarazo de seis meses. El gran estreno será el domingo a las 22.15 por Telefe, con la curiosidad de que la conductora aparecerá de principio a fin sin su tierna pancita, ya que el programa se grabó entre agosto y diciembre del año pasado.
Feliz por la dulce espera, Paula se sinceró en un mano a mano con Ciudad: “Cuando me propusieron hacer un reality de comida pensé, ‘¿Qué voy a hacer con la pastelería?’. Y la realidad es que siento que acompaño a los verdaderos protagonistas, que son los participantes que persiguen sus sueños. No siento que me tenga que preparar para la pastelería, porque la que vieron en la temporada y la que van a ver en esta es a mí, acompañando a los protagonistas”.
"Siento que acompaño a los verdaderos protagonistas, que son los participantes que persiguen sus sueños".
Esta nueva temporada, El Gran Pastelero contará con 14 participantes que durante 17 capítulos competirán por la gloria, dinero y equipamiento culinario de primera para montar su propio local gastronómico. El exigente jurado lo forman Damián Betular, Pamela Villar y Christophe Krywonis, y la impresionante cocina fue montada en una carpa gigante en una quinta de la localidad bonaerense de Pilar.
Muy relajada y con mucho humor, la madre de Olivia (6) y Baltazar (3), fruto de su matrimonio con Pedro Alfonso (40), también confirmó en diálogo este sitio que su hija se llamará "Filipa y luego bromeó por los calores que sufre con el "sacudón hormonal": “Recién me ofrecieron taparme con una manta de lana porque pensaron que era friolenta. Pero tengo un calor que no puedo más con mi vida, me quiero sacar todo y quedarme en corpiño por el calor que tengo”.
Chiste al margen, Paula continuó: “En Córdoba hace mucho calor, dormí con el aire acondicionado a 17 grados durante toda la temporada, los chicos estuvieron con moco todo el verano, pero mantenía el aire clavado en esa temperatura porque tengo un calor tremendo. Es que en el embarazo las hormonas se revolucionan y me agarra más calor de lo normal".
-¿Grabaste todo el programa cuando todavía no sabías que estabas embarazada?
-Claro. Igual estaba ansiosa, porque con el embarazo a una le agarra ansiedad, y también estoy ansiosa por verlo al aire. El programa ya está todo listo, así que no me van a ver en pantalla con la panza.
"Me di igual mis gustos sin estar embarazada Ja, ja. Me pasaba que cuando cortábamos les decía que necesitaba comer algo, o me llevaba las porciones de torta que hacían los participantes y sobraban para comerlas detrás de cámara".
-¿Hubiera sido mejor que las grabaciones coincidan con tu embarazo para poder saciar los antojos?
-Me di igual mis gustos sin estar embarazada ja, ja. Me pasaba que cuando cortábamos les decía que necesitaba comer algo, o me llevaba las porciones de torta que hacían los participantes y sobraban para comerlas detrás de cámara. La verdad es que una se tienta mucho, más yo que soy re dulcera.
-¿Tenías ganas de volver a estar en pantalla?
-No, la verdad es que estaba muy tranquila en casa. De hecho, me encantó que el programa salga en un año par como el 2020. El primero fue en 2018 y me parece que estuvo muy bien. Esta temporada iba a salir el año pasado pero los responsables de programación de Telefe decidieron que salga este año, y a mí me gustó mucho más porque soy muy cabulera. Pero no tengo la necesidad de verme en pantalla. Tampoco es que tuve que cancelar proyectos laborales porque mi prioridad siempre fue Bake Off Argentina. Estoy contratada por el canal hace ya unos años y me siento muy contenta. Es verdad que iba a hacer teatro con Pedro en Atrapados en el museo, porque siempre dejo liberado el verano. Pero también venía dudando porque Olivia empezaba primer grado y se dio que la beba me hizo tomar la decisión de bajarme del teatro un poco antes.
"No puedo dejar de ponerme en el rol de los participantes. Yo arranqué en Súper M 2003, me vine a la capital desde Lobos en busca de mis sueños para que me juzgue un jurado como en su momento fueron Ricardo Piñeiro y Matilda Blanco".
-¿Cómo te sentías al conocer las historias de los participantes?
-Me pasa que no puedo dejar de ponerme en el rol de ellos. Yo arranqué en Súper M 2003, me vine a la capital desde Lobos en busca de mis sueños para que me juzgue un jurado como en su momento fueron Ricardo Piñeiro y Matilda Blanco. Entiendo que cada uno de ellos viene de sus provincias para lograr realizar el sueño de convertirse en el mejor pastelero amateur del país. Ellos salen de su zona de confort para meterse en una competencia tan grosa como Bake Off. La realidad es que me emocioné mucho a lo largo de todo el programa por todas las historias de vida. A medida que se iban yendo me pasaba que uno se encariña. Vivimos meses muy intensos en la carpa y ahí se genera algo impresionante. Eran desafíos de dos o tres horas y nosotros estábamos viendo cómo les iba a cada uno, cómo les salía el bizcochuelo o la ganache del chocolate. La verdad es que es atrapante.
-¿Se notaba que dejaban la vida en cada desafío?
-Totalmente. Lo hacían con alma y vida, se les notaba la pasión de ser amateurs y a la vez venir a conquistar al jurado de lujo integrado por Damián Betular, Pamela Villar y Christophe Krywonis. Se vivía todo con mucha pasión. Yo me emocioné con ellos en más de una ocasión, y a la vez me pasa que me fanatiza el programa.
"Salía copada con la idea de hacer yo la torta y todo para el cumpleaños de Olivia, pero después me doy cuenta de que no, que uno se tiene que perfeccionar un poco más".
-¿También te da por tener antojos?
-Ahora no tengo tiempo de tener antojos. Sí me van a dar los antojos cuando empiece a ver el programa al ver las tortas. De hecho, me pasaba en la primera temporada que lo veía y automáticamente necesitaba comer algo dulce, como un pedazo de chocolate, una porción de torta, una cucharada de dulce de leche, como que tenía que tener un stock a mano.
-¿Ya incursionaste en la pastelería?
-Salgo embaladísima de las grabaciones, me creo la mejor pastelera del mundo porque pienso que las cosas no pueden ser tan difíciles. Si tengo los huevos, la crema, el chocolate y puedo seguir la receta al pie de la letra como su fuera una ciencia exacta… Pero no, me hago bastante lío. Salía copada con la idea de hacer yo la torta y todo para el cumpleaños de Olivia, pero después me doy cuenta de que no, que uno se tiene que perfeccionar un poco más.
-Recién recordaste tus comienzos en un reality de moda. ¿Cómo crees que sería recibido por el público actual un reality como Súper M?
-Creo que antes de ponerlo al aire deberían aggiornarlo en un 95 por ciento, ja. Pero me encantaría poder volver a hacer un reality así, obvio que modificado a los tiempos de hoy. No sé si en busca de una gran modelo, pero sí algo enfocado en el bienestar de las mujeres.
-¿Te gustaría llevar tu experiencia como madre a un formato televisivo?
-¿Por qué no? La verdad es que estaría bueno. Creo que es algo que hace falta, aunque no sé por qué lado iría. Está bueno poder hacer algo dedicado cien por ciento a la mujer
-¿Vas a tener un parto respetado como lo tuvo tu amiga Zaira Nara?
-Sí. Pero además, todas deberíamos tener un parto respetado. Hay una ley que nos ampara y dice que la mujer debe ser respetada al momento del nacimiento de su bebé e informada de todo el procedimiento que se le va a hacer. Siempre y cuando sea una mujer y un bebé sanos. Es una ley que nos acompaña y todas deberíamos tenerlo, no es que soy yo la que elige tener un parto respetado. No importa la clase social o si se tiene o no obra social. Es algo que se cumple más en los hospitales públicos que en el ámbito privado. Es el derecho de todas las mujeres poder pedir un parto respetado.
"Hasta acá llegamos con Pedro con los hijos. En la primer portada para la revista Gente que hicimos recuerdo que Pedro dijo que ibamos a tener cinco hijos, y no habíamos tenido ni uno. Ya somos cinco nosotros, más el perro, la gata".
-¿Tenés la familia que soñabas?
-Siempre me gustaron las familias numerosas. Hace poco le comenté a Pedro: “Che, vamos a ser más niños que adultos en la casa”. Eso está buenísimo. Es una hermosa etapa, que exige mucho trabajo y por suerte con Pedro podemos estar mucho tiempo en casa disfrutando de nuestros chicos, a la vez que trabajamos de lo que nos gusta. Nos encanta poder acompañarlos en esta etapa de crecimiento.
-¿Crees que ya cerraron la fábrica?
-Sí. Hasta acá llegamos con los hijos. En la primer portada para la revista Gente que hicimos recuerdo que Pedro dijo que ibamos a tener cinco hijos, y no habíamos tenido ni uno. Ya somos cinco nosotros, más el perro, la gata. Ya estamos bien así. Vamos a ver qué pasa con los años, pero creo que así ya estamos bien.
Fotos: Musepic y prensa Telefe.