En PH Podemos hablar la charla viró hacia lo místico y todo aquello que no tiene, en apariencia, una explicación lógica. Así Pamela David terminó recordando la mala experiencia que tuvo al jugar al llamado juego de la copa, también conocido como la ouija.
“Me ha pasado de jugar al juego de la copa y es espantoso. No lo hagan en su casa. Más allá de que te asustás, después pasan cosas”, empezó contando la animadora. “Jugué y éramos tres personas. Se empezó a mover la copa y vos no sabés si lo está moviendo alguien para hacer un chiste”, rememoró.
Sin embargo, poco después pudo saber que eran sus amigos no eran los responsables del movimiento. “Me acuerdo que se levantaron las otras dos personas porque golpearon la puerta y me quedé sola con la copa. Ahí es cuando se me empezó a mover a mí sola la copa. Me asusté pero como era más chica tenía inconciencia”, relató, haciendo que Andy Kusnetzoff como Ale Sergi se sorprendan.
"Me acuerdo que se levantaron las otras dos personas porque golpearon la puerta y me quedé sola con la copa. Ahí es cuando se me empezó a mover a mí sola".
“Me acuerdo que le pregunté quién era y en ese momento, no sé si es cierto o no. Este juego es como una ouija pero casera, con papelitos. Me decía que era mi abuelo, pero yo no lo conocí. No se me movió algo sentimental, pero sí le hice una pregunta para ver si era cierto y posta, me contestó”, aseveró la animadora, aunque dejó un margen de duda. “También podía saberlo yo y moverlo inconscientemente”, señaló.
“Aclaro que no es lindo y no lo hagan porque no son energías de miércoles. Hoy que entiendo más de energías digo que no lo hagan porque es gente que no se pudo ir y es energía que está ahí estancada, de la peor”, culminó Pamela David, sobre su tremenda experiencia con el juego de la copa.