"Estoy aliviada después de dar el paso", le aseguró Valeria Aquino (29) a Ángel de Brito tras el saludo de rigor. El paso al que se refirió es nada menos que la denuncia que realizó en sede judicial contra El Polaco (29), el padre de su hija Alma (3). Según aclaró a Los Ángeles de la Mañana, dicho escrito también incluye un pedido de restricción de acercamiento perimetral, examen toxicológico y pericia psiquiátrica a Ezequiel Cwirkaluk.
Al momento de explayarse, la exbailarina de Tropicalísima afirmó: "No es un brote de celos, ni nada. Tuve el valor de hacerlo. Estuve mucho tiempo pensando esto de dar el paso, porque seguía en una relación inseparable por parte de él. Siempre estaba detrás mío tratando de mantenerme calmada, callada para que no dijera nada de lo que me había pasado. En su momento, creí que callar era lo mejor, porque creía que no iba a volver a pasar. Porque además pensé que, no haciéndolo público, ni nada, iba a tener mi espacio libre laboral, estar en pareja y todo. En otros momentos, lo negué. Obvio. También, hay un montón de cosas atrás, que son los miedos; ‘che, tengo que denunciar al papá de mi hija, que es un persona pública. ¿Y quién me respalda? ¿Quién me cuida?’. Sigo angustiada porque di un paso que ni aún puedo creer, pero me siento tranquila porque yo juro que estoy con la verdad, y me duele en el alma que no se haga cargo de los actos, de todo lo que pasó y lo que pasé. Todo lo que pasé".
Así, Valeria continuó: "Estoy tranquila y voy a ir con todo. Yo sé que esto lo va a negar, va a ser así". "Yo voy a la Justicia, tengo fe de que esto va a salir a la luz y se va a tener que sentar y decir ‘sí, me equivoqué’. Porque pasó", agregó.
"El momento que me decidió denunciarlo fue un llamado en el que le conté cuándo Almita arrancaba el jardín. (...) Me dijo que por qué no se las compraba yo los dos pares de zapatillas"
Promediando su testimonio, Analía Franchín le pidió que confiese cuál fue el hecho puntual que provocó su denuncia, y Aquino dijo: "El momento fue un llamado de él en el que le cuento la fecha en que Almita arrancaba el jardín. Le dije lo que me faltaban dos pares de zapatillas para la nena, después de que él pagó el Jardín y el uniforme de la gorda. Todo bárbaro. Entonces, me responde con que por qué no se las compraba yo. Y le digo, ‘¿me estás cargando? ¿Vos pretendés que con 8.000 pesos que me pasás para que viva, aparte de pagar el seguro del auto, la comida para 31 días, pague los impuestos de la casa y encima le compre los dos pares de zapatillas?’".
Y relató: “Me empezó a putear, me dijo que me iba a matar, que qué quería que hiciera. Yo le dije que pare, porque no le estaba pidiendo que venga a casa a darme nada. Que terminábamos con eso y yo después me acomodaba, porque estaba trabajando cubriendo una suplencia. Empezó agresivo, a decirme de todo… Hice la denuncia porque no terminaban las puteadas. Era llamar y que me agreda. O que venga a buscar a Alma y me diga una barbaridad. Yo lo miraba como diciendo ‘está la nena, ¡basta!’”.
Además, en pareja con el empresario inmobiliario Federico Rodríguez Dacal, argumentó: "A mí me costó un montón volver a estar en pareja y confiar en el hombre. Es real, vivía rodeada nada más que de mis amigas. Lo sufrí y me lo callé un montón de tiempo, eso me generaba angustia. Vivía encerrada y lloraba en mi casa. Tenía miedo de hablar hasta con el verdulero, porque todo el mundo, como era El Polaco, lo iba a bancar. (…) Yo me sentí hasta mal cuando fui a hacer la denuncia porque no deja de ser el papá de Alma, pero a nadie le importa, ni a su familia ni a sus abogados la situación que yo pasé y tuve que negar durante un montón de tiempo sólo porque era el Polaco".
Sobre el final, Aquino admitió: "Yo siento que de esta forma lo estoy ayudando, porque tiene un problema y viene de antes. Yo quiero que mi hija tenga un papá eterno. Él siempre con Alma fue un amor, el problema lo tuvo conmigo". A esa altura, Carmela Bárbaro le recordó que ella misma había dicho que El Polaco la empujó con su hija en brazos, a lo que Valeria Aquino reconoció: “Estaba alcoholizado, no estaba consciente de nada. Con la nena en brazos fue el único episodio. Después, fueron todos conmigo”.