Esta semana, Nancy Dupláa (49) le dio una entrevista a Confrontados, en la que le preguntaron si se bancaría que su marido, Pablo Echarri (49), haga una novela con su exnovia Natalia Oreiro (42), actriz con quien tuvo un noviazgo 20 años atrás.
Con simpatía y manifestando tener buena onda con Oreiro, Dupláa contestó que "sí", con ciertas contemplaciones. "Me lo bancaría desde lo emocional y desde la realidad. Esa fue una relación que tuvo Pablo, que duró un tiempo y jamás escuché un mal comentario de él para con ella. Ni de él, ni de la familia. Fue una relación que se terminó... Pero después está todo el quilombo que se genera extra y del cual uno se hace cargo porque ocupa este lugar y te la tenés que bancar. Entonces, eso es lo incómodo".
En nota con Catalina Dlugi, la periodista le preguntó a Pablo por las declaraciones de su mujer y, pese a manifestar que no vio la nota, opinó sobre la posibilidad de trabajar con Oreiro y los efectos que tendría en su relación de pareja y a nivel mediático.
"Mis viejos siempre la quisieron mucho. Natalia recién llegaba de Uruguay, era muy chica. Empezó a conocer a mis viejos y a tener una relación. Para ella era como una especie de contención".
"Creo que la cola mediática es imposible de evitar. Hace años que pasó mi relación con Natalia y todavía hablamos de eso. Nunca cesó, ni se dejó de hablar, ¿imaginate si estuviéramos haciendo una tira o una película? Pero la verdad es que no existe impedimentos para que podamos hacerlo. Somos todos adultos", dijo el actor en Agarrate Catalina, sin cerrarle la puerta a la idea de compartir un proyecto con la actriz.
Sin embargo, acto seguido, agregó: "En la era de la fake news (noticias falsas) tenés que barajar una marea (de cosas)... Siempre hay que sopesar qué te trae y qué te quita. Nunca es ganancia pura. Dios dirá, si a alguien se le ocurre algo y el contenido es bueno, habría que pensarlo".
Evocando ese viejo amor, la conductora radial le preguntó: "¿Es verdad que tu mamá la quiere mucho a Natalia?". Y Echarri miró para atrás y recordó ese vínculo: "Mis viejos siempre la quisieron mucho, siempre tuvieron una relación muy buena. Ella siempre fue muy cercana a ellos. Natalia recién llegaba de Uruguay, era muy chica. Los dos éramos muy jóvenes. Empezó a conocer a mis viejos y a tener una relación, para ella era como una especie de contención. Había algo que funcionaba. Sus padres también estaban bien cerca y la veían seguido, pero cuando caes en una familia, te da la sensación de cobertura, de contención, que fue muy bueno. Esas cosas, no se pueden borrar, ni deberían borrarse. Es parte del bagaje emocional que todos llevamos adentro".
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