Tras cinco años de sufrir las secuelas de las dos intervenciones que le realizó el Dr. Aníbal Lotocki, Silvina Luna se mudó a Estados Unidos para solucionar sus problemas de salud. Meses atrás, la rosarina se instaló en Brooklyn, Nueva York, y la semana pasada viajó a la Costa Oeste para una nueva intervención.
Después de investigar a fondo el tema, Silvina se convenció de que este nuevo ingreso al quirófano sería la mejor solución para su padecimiento. A pesar de no querer saber más nada con cirugías, se encomendó al tratamiento con el especialista argentino Cristian Pérez Latorre.
El cirujano está radicado en Los Ángeles desde el año pasado, y allí aplica una novedosa intervención robótica que permite quitar del cuerpo aproximadamente entre un 80 y 90% de este producto.
Esta operación, similar a una laparoscopia, mejora la salud de las pacientes con las dolencias típicas que deja el producto, que Luna tenía alojado (en principio) en su cola y en sus piernas.
La cirugía se realiza con un robot de alta tecnología, llamado Da Vinci. Este artefacto realiza con tres incisiones (similar a la operación de vesícula) y logra la extracción del material empleando tres brazos. El primero, con una cámara; el segundo, con una tijera que despega el material; y el tercero, con una aspiradora que limpia la zona y absorve el metacrilato. Es un sistema de alta complejidad, con el cual Pérez Latorre cura a pacientes de Colombia, Argentina y México. El mismo no deja secuelas, tiene resultados estéticamente perfectos y lo más importante: permite evitar las adversidades producidas.
El post operatorio es muy sencillo, dura entre 48 y 72 horas, cuando la paciente abandona el reposo y vuelve a caminar despacio, sin realizar esfuerzos ni levantar peso, ya que es una cirugía mínimamente invasiva. La actriz y modelo ya se encuentra en perfecto estado en su casa, acompañada por dos amigas.