Después de La mejor elección, el muchacho tomó la peor decisión.
Nahuel (28) y Micaela (20) fueron al programa de Guido Kaczka y pegaron onda de entrada. Fueron pasando los juegos y acumularon varios premios: equipo de música, tablet, lavavajillas y microondas. Llegó la hora de plasmar en el papel la buena química que fluía entre los dos y ninguno dudó: hubo "SI" y chape. Un lindo chape.
Lo insólito sucedería segundos después, cuando el muchacho preguntó por los premios. Como suele suceder después de que hay chape, los electrodomésticos se reparten entre los dos participantes por mutuo acuerdo, ya que se supone que si tuvieron onda, van a volver a verse otro día y vaya uno a saber si de ahí en más nace un romance.
Pero no. Nahuel pidió pasar a las preguntas y respuestas para poner en juego los cuatro premios. "¿Hay que compartirlo? Quiero todo, ¿está mal eso?", dijo sin titubear. El asombro de Micaela fue el de Guido y el de todos. "Vamos a jugar y que cualquiera de los dos pueda ganar todo", intentó justificarse después, mientras el clima en el estudio de El Trece se cortaba con un cuchillo.
"No era tan buen candidato, eh", soltó Micaela. "Uno piensa que conoce a la persona hasta que... ¡Qué caballero!", agregó.
Con habilidad para manejar la situación, Kaczka esperó a que Nahuel se diera cuenta de su polémica decisión, mientras aclaraba que era legal pedir pasar a las preguntas y respuestas para intentar quedarse con todo. "El chape y los premios van por separado, siempre lo aclaro, porque nadie se puede meter en una decisión tan personal como es un beso", explicó. Claro que a su vez contó que jamás había pasado en la historia del ciclo que después de un chape, se pase a las preguntas.
"Ya está, vamos a dividir los premios, no la quiero hacer sentir mal a ella", cambió de parecer Nahuel. "Ya me hiciste sentir mal igual, eh", acotó Micaela. El clima en el estudio de El Trece se cortaba con un cuchillo.
Corte mediante, el joven aclaró que había querido hacer un chiste y le salió mal. Y Guido Kaczka lo tranquilizó: "A todos nos pasó de querer hacer un chiste y pifiarla. En general uno pifia en el mejor momento. Cuando uno está muy contento, es cuando tiene que estar más templado".
Ya en el final del programa, Nahuel pidió una vez más la palabra: "Más allá de los premios, no quiero que se rompa lo bueno que se había generado entre los dos, me cae muy bien, me parece hermosa y punto", dijo.
"Lo sacamos del juego y es divino. Pero es muy competitivo", le contestó Micaela.
A pedido del chico, hubo un abrazo entre ambos. "Está todo bien, no pasa nada, ya está", cerró la bella joven.
¿Y los premios? Ah, sí. Micaela propuso quedarse con el equipo de música y la tablet. Y Nahuel aceptó llevarse el lavavajillas y el microondas para su casa.
Así terminó la edición más insólita de La mejor elección. Más que nunca queremos leer tu comentario.