En diciembre de 2016, Amalia Granata dio a luz a Roque, fruto de su amor con Leonardo Squarzon. Y con la llegada del niño, la relación de pareja superó sinsabores y terminó de afianzarse.
Felices con la paternidad, la periodistas y el empresario viajaron a Rosario e inmortalizaron en su piel dos tatuajes dedicados a su hijo. Amalia, como ya lo había hecho ocho años atrás con el nacimiento de Uma Fabbiani (8), producto de su relación con el Ogro Fabbiani, se grabó en la muñeca el nombre de su varoncito, Roque.
Por su parte, Leo fue mucho más osado: a su enorme tatuaje que representa su unión con Granata, a través de la figura de un león y una leona, le incorporó la cabecita de un pequeñito leoncito, en simbología a la cría de su amor.
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