En 2007, en pleno auge de popularidad por su participación en Patinando por un sueño, el auto en el que iba Mariana de Melo chocó y la actriz se salvó de milagro. Tras varios días en coma, despertó y tuvo que hacerle frente a una intensa recuperación.
La modelo contó que pensó en suicidarse tras el terrible choque pero que su vida cambió cuando conoció al empresario de alimentos José Fortunato, su esposo y padre de sus dos hijas. En 2013, se casaron y formaron una hermosa familia que actualmente la hace muy feliz.
En Cortá por Lozano (Telefe), la modelo contó que la llegada de su primera hija se dio después de la angustia por haber perdido más de un embarazo. "Quedaba embarazada y siempre los perdía, no prosperaba. Y de estar súper feliz, otra vez venía el bajón. Así estuvimos, buscando mucho tiempo: perdí seis embarazos. Hasta que un día apareció Lupe. Y después quisimos tener otro hijo, y lo perdimos. Hasta que apareció Zoe", afirmó.
En esa misma línea, contó que hoy por hoy es una mujer súper feliz y que tanto su marido como sus hijos son lo mejor que le pudo haber pasado en la vida.