Nicolás Vázquez (41) tiene una pasión que contagia y que lo llevó a alcanzar uno de los objetivos primordiales de todo artista: conquistar al público. ¿Su fórmula? La garra y el carisma que marcaron sus 21 años de trayectoria pero también una sensibilidad a flor de piel que resulta tan honesta como cercana.
A Nico no hay chance de no creerle. Se le cree la risa contagiosa y el empuje, pero también las lágrimas, esas que intenta contener cuando habla de los momentos duros que le tocaron atravesar, como la trágica muerte de su hermano Santiago en 2016. El público, testigo de sus alegrías y tristezas, pareciera sentirlo parte de su familia.
Esa “cercanía” con la gente se vive cada noche en el teatro El Nacional, donde brilla junto a Benjamín Rojas y Flor Vigna al frente de Una semana nada más, la obra dirigida por Mariano Demaría, con producción artística de Nicolás y producción general de Adrián Suar, Nacho Laviaguerre y Preludio Producciones que se impuso en la cartelera porteña y ya se vislumbra como el fenómeno de la temporada.
Nico y la paternidad de sus amigos: "Hace que nos miremos con Gime y digamos ‘bueno, por ahí es el momento de frenar un poquito. Organicémonos y veamos si podemos empezar a pensar un poco más en nuestra familia'"
“Estoy feliz, agradecido, es realmente una bendición lo que está pasando. Imaginaba que la gente nos iba a acompañar por lo que pasó con El otro lado de la cama, pero superó mis expectativas. La obra se instaló muy rápido, la venta anticipada venía muy bien y lo que pasó con el boca en boca en las primeras 48 horas fue increíble”, le dice con orgullo a Ciudad sobre la comedia que trata la historia de una pareja que se enfrenta a las dificultades de la convivencia.
- ¿Qué sentís cuando se habla de fenómeno teatral?
- No tengo palabras de agradecimiento, es una bendición en esta época que la gente nos elija de esta manera. Tengo que decir gracias. Esperaba que nos fuera bien pero esto es una locura, se llena a veces más de un teatro por día y es una sala muy grande. Y la gente se va contenta, se va feliz y se ríe mucho... que para mí es lo más importante.
- ¿Disfrutás hacer reír a la gente en estos momentos difíciles?
- Te juro por Dios que me pasó siempre, pero hoy más. Siempre digo que para mí el teatro es una experiencia, que tiene que provocar algo. Que entre alguien con un quilombo como el que tenemos todos, con un bajón o un día raro, y que salga diciendo ‘gracias, no puedo más, me duele la cara de reír’... Qué lindo es eso, ¿no? Es una bendición, un privilegio poder trabajar de eso, de hacer reír. Y a mí, en esto me pongo egoísta, también me hace bien esa risa. Me reconforta mucho. Hace días que no puedo dormir, tengo una adrenalina de mucha felicidad, de decir ‘qué hermoso lo que pasó hoy’.
"Acompaño mucho a la mujer, siempre hay que escucharla y respetarla. A mí eso me lo enseñaron en mi casa. Hay que empezar a entender que el mundo vive a partir de un patriarcado y que tiene que cambiar"
- Al final del estreno se te vio muy emocionado con tu familia y tu mujer, Gimena Accardi, ¿qué se te vino a la cabeza en ese momento?
- Fue muy loco. Yo venía con mucha emoción durante los días previos así que había decidido que no viniera mi familia, quería que solo fuera Gimena. Le dije a mis viejos y a mi hermana ‘no vengan el primer día porque voy a estar muy a flor de piel, me conozco’. Y esa mañana me levanté y pensé ‘¿cómo no van a venir en un día tan importante?’. Los llamé para preguntarles si se podían organizar para estar y me respondieron ‘¿qué nos estás diciendo? ¡Estábamos esperando que nos dijeras que querías que estuviéramos!” (risas). Gracias a Dios que tomé esa decisión porque fue hermoso ver a mis viejos y que me pudieran ver en ese momento, dando un paso tan importante y viéndome feliz, que es lo único que les importa, así como a mí es lo que más me importa para ellos.

- ¿Por qué no repitieron el trío protagonista de El otro lado de la cama con Gimena?
- Al principio íbamos a repetirlo, mi idea era esa cuando encontré esta obra para seguir con esta ola increíble de El otro lado de la cama. Pero cuando apareció para Gime la propuesta de Mi hermano es un clon en tele y una película, ella me dijo ‘siento que estoy con muchas cosas a la vez’. Porque ella es muy responsable y le gusta dar todo. A su vez, nos miramos y nos preguntamos ‘¿no te da miedo agotar? Otra vez juntos, nos llaman muy seguido, nos encanta pero guardémonos’. Ahí empezamos a pensar en un montón de actrices con Adrián (Suar), artistas de mucho nombre. Y un día sentí que tenía que ser Flor Vigna. Tiene mucho carisma, luz y disciplina. Es una gran persona, tiene una gran educación y para mí eso es primordial. A mí me gusta trabajar con buenos actores, pero con buenos seres humanos también. Y ella tiene una forma de ser que a mí me gusta mucho.
- La obra trata sobre la convivencia, ¿cómo es tu convivencia con Gimena después de tantos años juntos?
- Tengo los problemas que puede tener cualquier pareja, obviamente. Pero la convivencia nunca fue un problema. Somos muy distintos en muchas cosas pero, de movida, nos propusimos y aceptamos que teníamos que divertirnos. Si había algo que al otro le molestaba, se lo tenías que decir pero tratando de que no ocasione un problema. Nos llevamos muy bien en eso pero somos distintos realmente. Hay un bocadillo que le dediqué a Gimena en la obra, que lo hace Flor, que es cuando la quiero ayudar a lavar los platos y me dice ‘no toques nada, lavás muy mal’. ¡Y es real! ¿Cómo lavo muy mal si es meterlo en el agua? Pero no, me dice que queda grasoso. Se lo pusimos a Flor en la obra y es una bomba. Uno tiene diferencias pero el consejo que doy es ‘diviértanse, digamoslo con humor y no con violencia’. Nos llevamos muy bien, nos complementamos. Somos muy compañeros y eso es fundamental.
"Me estoy empezando a sentir un poco mejor, estoy feliz. Te diría que hace mucho que no me sentía así de feliz"
- Y en medio de los ensayos de la obra tu compañero y amigo Benjamín fue papá, ¿cómo lo viviste?
- ¡Me hizo tío! Estoy feliz. Rita es una beba que fue muy deseada y estamos todos al pie del cañón. Nació muy chiquitita, estuvo trece días internada en neonatología y fue muy duro para Benjamín. Lo sabíamos muy pocas personas y estábamos a días de debutar así que lo acompañamos de la mejor manera.
- Benja también estuvo con vos en momentos muy difíciles (N. de R: Rojas se mostró firme al lado de Nico cuando su hermano Santiago murió en República Dominicana).
- Sí, Benja es un hermano de la vida, es mi familia. Hace muchos años que somos amigos pero los últimos fueron muy fuertes. Y todo lo que le está pasando a él lo festejo como si me pasara mí. Hoy por hoy tiene un gran lugar en mi vida. Me encanta lo que está pasando con su carrera, muchos productores están recién ahora descubriendo lo gran comediante que es. Mirá que laburé con muchos pero sacando a Francella y a Adrián, es el comediante con el que mejor me llevé trabajando.
"Tengo los problemas que puede tener cualquier pareja. Pero con Gime la convivencia nunca fue un problema. Somos distintos pero nos llevamos muy bien, nos complementamos. Somos muy compañeros y eso es fundamental"
- ¿Verlo a él papá te despierta las ganas de tener un hijo?
- Sí, obvio. Hoy te empieza a modificar un poco más. Yo me estoy empezando a sentir un poco mejor, estoy feliz. Te diría que hace mucho que no me sentía así de feliz. Verlo a Benjamín y a mi otro hermano de la vida, que es mi amigo el Chino y tuvo a su segundo bebé haciéndome tío otra vez, hace que nos miremos con Gime y digamos ‘bueno, por ahí es el momento de frenar un poquito, ¡sobre todo vos Gime! (risas) Organicémonos y veamos si podemos empezar a pensar un poco más también en nuestra familia'.
- Bueno, ojalá sea en el 2019 entonces.
- 2019, 2020, 20121… ¡cuando tenga que ser! No lo maneja uno.
- El 2018 fue un año muy movilizante para la mujer, ¿en tus años de carrera te pasó de tener que defender a Gimena o a una compañera de una situación de acoso o maltrato?
- No, personalmente, de forma directa, no. Pero sí conozco a mucha gente que la ha pasado mal, conozco muchos casos como los que se están presentando ahora. Festejo el momento de la mujer, acompaño como hombre y creo que uno tiene que estar abierto a este cambio. Tenemos que entender como sociedad que es un cambio positivo para todos, no es que esto es una guerra contra los hombres o entre mujeres que se van a pelear por ser feministas o no. Acompaño mucho a la mujer, siempre hay que escucharla y respetarla. A mí eso me lo enseñaron en mi casa. Hay que empezar a entender que el mundo vive a partir de un patriarcado y que tiene que cambiar. Tiene que nivelarse, tenemos que ser todos iguales. La mujer está haciendo realmente una lucha muy importante y las admiro. Como hombres, ojalá podamos tener la misma fuerza de las mujeres para luchar por otras cosas que también son necesarias en el mundo.
Video y edición: Leandro Bevilacqua