Contenta por su rol de panelista en LAM y por la familia que formó con Santiago Caamaño, así se la ve hoy por hoy a Nazarena Vélez.
Sin embargo, la actriz no olvida lo mal que la pasó por su adicción a las anfetaminas. Y cada vez que puede, habla desde su experiencia para concientizar sobre los peligros del consumo de esta sustancia.
En primer lugar, admitió que se arrepiente de un montón de cosas que hizo cuando era más joven. Sin embargo, aprendió a perdonarse.
"Me veo y recuerdo cosas de sacada. Veo a esa de 25 loca, con compasión y digo 'bueno, hice lo que pude'. Era una mina sola, criando a sus hijos, intoxicando su cuerpo, tratando de agradar, de laburar...".
"Me veo y recuerdo cosas de sacada. Veo a esa de 25 loca, con compasión y digo 'bueno, hice lo que pude'. Era una mina sola, criando a sus hijos, intoxicando su cuerpo, tratando de agradar, de laburar...".
"Y la presión de los hijos, del laburo, más mi carácter que soy completamente verborrágica, sanguínea, casi tana, me hizo cometer un montón de errores. Pero me perdono, hice lo que pude y nunca desde el lado de la maldad...".
"Yo la pasaba horrible, la he pasado mal muchas veces de manera innecesaria", admitió Nazarena en diálogo con Caras antes de hablar de su consumo de anfetaminas.
NAZARENA VÉLEZ REVELÓ EL FUERTE MOMENTO EN EL QUE DEJÓ DE TOMAR ANFETAMINAS
"Cuando me estuve por morir, la verdad es que no fui muy inteligente. Me dio un pre infarto por las anfetaminas, quizás hoy las seguiría tomando porque la presión del afuera es tan grande... Yo estuve a punto de morirme y dije '¿en serio soy una mina que lucha y habla de sus hijos y los voy a dejar solos sólo por gustar?'", rememoró Naza, a corazón abierto.
Y siguió: "Si lo más importante son mis hijos, me iba a morir y los iba a dejar solos y ahí dije "querete, empezá a aceptar'. Me empecé a mirar con compasión, no me quiero morir, tengo tres hijos que quise traer al mundo".
"Cuando me estuve por morir, la verdad es que no fui muy inteligente. Me dio un pre infarto por las anfetaminas, quizás hoy las seguiría tomando porque la presión del afuera es tan grande".
Antes de cerrar, remarcó que aprendió a quererse y a aceptarse motivada por estar presente en la vida de sus hijos.
"Me arraigué a la vida, al acá, al ahora, a cuidarme, a quererme, a aceptarme. Pero fue un proceso que realmente vino después de ese golpe. Casi me internan tres meses por las adicciones a las anfetaminas y cuando miré a mi lado y vi a mis tres hijos dije "que discurso raro el mío', porque siempre dije que hacía todo por mis hijos pero por querer entrar en un jean 28 me estaba cagan... en ellos", cerró.
¡Resiliente!