El mercado de pases del fútbol argentino está abierto y esta semana se concretó una operación resonante, después de que Mauro Zárate (31) confirmara su salida de Vélez y su llegada a Boca. Sin embargo, lo que debería haber sido una transferencia más, mutó de una noticia deportiva a una policial, después de que el delantero recibiera amenazas de muerte anónimas para él y su familia por lo que algunos consideran una imperdonable traición a los colores.
Consternada por la insólita situación que involucrá también a sus hijos, Mía (6) y Rocco (2), Natalie Weber (31), esposa del otrora ídolo y figura del Fortín, confesó: “Dicen que van a matar a mis hijos”. Y continuó: “Se hizo la denuncia. Estoy haciendo captura de pantalla de los mensajes y amenazas, y se las estoy enviando al Ministerio de Seguridad. Estamos con custodia policial”.
“Dicen que van a matar a mis hijos”.
Además, relató el drama que vivió su hija Mía en el colegio de Nordelta, luego de ser evacuado por una amenaza de bomba. “Me dijo ¿se van todos por mi culpa, mamá? Y yo le dije que no. Sacando eso, ella no tomó conciencia”. Según Natalie, el amedrentamiento también incluyó a los hermanos y sobrinos de Mauro, quienes continúan ligados al club de Liniers. Entonces, Weber se quejó: "Sé que el hincha es muy pasional y se sienten heridos y no pueden comprender la parte deportiva. Se los entiende pero todo esto ya llegó a demasiado. Las amenazas empezaron la semana pasada, el miércoles, cuando todavía estaba en duda si Mauro se iba o se quedaba en Vélez. Las amenazas eran que mejor no se vaya a Boca... Cuando el lunes comunicó su decisión, fueron una gran cantidad las amenazas”.
"Las amenazas empezaron la semana pasada, el miércoles, cuando todavía estaba en duda si Mauro se iba o se quedaba en Vélez. Las amenazas eran que mejor no se vaya a Boca. Cuando el lunes comunicó su decisión, fueron una gran cantidad las amenazas”.
Por otra parte, Mauro Zárate también reflexionó al respecto en una entrevista con TyC Sports: “Acepto mi error. Decidí ir por este camino y defraudar a la gente de Vélez que tanto cariño me dio. Jugar en Boca es un desafío deportivo. Si era por lo económico me quedaba tirado en la playa de Dubai". Al final, el esposo de Natalie Weber concluyó: "Fueron muchas noches sin dormir. Estoy tratando de pasar este duro momento porque siento que falté a mí palabra. Duele porque pensé que nunca iba a jugar en otro club en Argentina y sé que los defraudé. Será esperar a que pase todo. Tranquilizar a mi mujer y a mis hijos".