Pocos son los famosos que se resisten a las redes sociales, pero Natalia Oreiro (39) es una de ellos. Poco amiga de la tecnología y de la comunicación virtual, la bella actriz y cantante es la protagonista de la portada de la revista Cosmopolitan de agosto y confesó por qué se niega a utilizar Twitter e Instagram, aplicaciones que le permitirían comunicarse en forma directa y diaria con sus fanáticas de todo el mundo.
"Veo como critican violentamente a colegas y no lo puedo creer. Hay mucha envidia y personas que opinan imprudentemente sin entender que nosotros, aunque seamos figuras públicas, somos seres humanos. Me duele ver esa agresión gratuita".
"No me animo a Twitter ni a Instagram porque siento que el hilo entre mostrar tu trabajo y tu vida privada es muy fino. Y no quiero transar con eso", confió Natalia y dejó entrever que por motu propio no expondría en demasía lo que ocurre en su intimidad, ni lo que comparte en su hogar con su marido, Ricardo Mollo, ni con su hijo, Atahualpa, en el mundo virtual.
Más allá de eso, Oreiro conoce a la perfección el mecanismo de las redes sociales y marcó los puntos negativos: "Veo cómo critican violentamente a colegas y no lo puedo creer. Hay mucha envidia y personas que opinan imprudentemente sin entender que nosotros, aunque seamos figuras públicas, somos seres humanos. Me duele ver esa agresión gratuita". Además, Natalia desplegó toda su belleza en una sensual producción fotográfica con varios cambios de ropa.
¡Mirá las fotos y la intimidad del backstage!
Fotos: revista Cosmopolitan.