Se cree que el origen de la palabra “glamour” viene del griego. Significaba “hechizo” y estaba más relacionada con el mundo del esoterismo que el de la moda. Natalia Oreiro (45) es todo eso. La conductora despampanante de ¿Quién es la máscara? y el misterio de su vida privada con Ricardo Mollo (65) y su hijo, Atahualpa (10). Una diva del pueblo.
En una entrevista exclusiva con Ciudad, la animadora habla de sus nervios por un big show en el que ejerce de maestra de ceremonias. Cuenta que se siente una actriz que conduce, pero en pantalla exuda lo mejor del oficio y que ella destila con gracia, fantasía y simpleza.
Como si hubiera bebido de las mismas aguas (¿las del carisma?) que Xuxa, Raffaella Carrà o Susana Giménez, en su último rol es todas ellas y ella misma. “Me estoy permitiendo ser yo”, confía, lejos de los personajes y las figuras a las que les puso el cuerpo en la ficción.
Y repite que con su marido, el rockero ultra famoso que llegó al ciclo disfrazado de dinosaurio y derritió hasta el corazón más heavy metal, “puedo ser yo”. Lo dice, mira hacia arriba y los ojos se le ponen líquidos.
"Me da pena lo que pasó con Wanda. No se lo merece ella. Es una relaburadora. Va, viene y hace mil cosas".
La búsqueda por una autenticidad en un programa que premia al famoso que mejor esconde quién es. Imposible resistirse al hechizo de Natalia Oreiro.
-¿Cómo sentís este debut como conductora de un formato tan grande como ¿Quién es la máscara?
-Me siento muy ilusionada, con alegría. Viste cuando decís ‘qué maravilloso ser parte de este proyecto. Yo participé desde el inicio que se empezó a construir la escenografía. Estoy muy feliz en que hayan confiado en mí. Es un programa que puedo ver con mi hijo y, de hecho, él me dijo que lo tenía que hacer. Cuando me lo propuso hacer Telefe me mandan un video de la versión norteamericana o la inglesa, justo estaba él, me preguntó que estaba mirando y se quedó impactado.
-¿Y qué te dijo?
-Entonces me mira y me dice ‘¿lo vas a hacer?’. No sé de dónde sacó que me lo estaban ofreciendo. Le pregunté si le gustaría que yo estuviera acá y me dijo ‘lo tenés que hacer’. Para mí como mamá el poder prender la tele y ver un programa juntos es algo que no suele pasar. Poder hacerlo me da satisfacción y me divierte.
-¿Cómo te sentís en la conducción después de verte durante tantos años como actriz y cantante?
-Obvio que quiero estar a la altura y hacerlo bien. Acá quieren que sea yo, pero yo no soy conductora. Como soy actriz, no es un personaje que pueda interpretar. El formato en sí es tan bueno, está en más de 50 países. Los protagonistas son los famosos que viene a divertirse detrás de esas máscaras que son increíbles. Con una realización y un nivel de detalle que no puedo creer. Son bellísimos.
Foto: Prensa Telefe
-Además tenés personalidades muy fuertes en el rol de investigadores como Wanda Nara, Lizy Tagliani, Karina La Princesita y Roberto Moldavsky.
-Los cuatro investigadores tienen una energía avasallante, se sacan chispas, tiran chistes todo el tiempo. Yo, básicamente lo que tengo que hacer es dar los pases y me quedó maravillada viendo el programa, las canciones, me voy entre la gente a bailar. Soy un poco espectadora sin perder ese rol de llevar el programa adelante. El programa está hecho y a medida que voy entendiendo eso me voy soltando y lo voy disfrutando más.
-¿Es real que no tenés idea de quiénes están detrás de las máscaras?
-No los conozco. Es más, los pocos programas que grabamos no le pegué a ninguno de los que se sacó la máscara. O sea que como investigadora sería malísima. Mi hijo me decía "¿cómo que no sabés?". No, solo lo saben tres o cuatro personas para que esto pueda suceder. Por contrato hay una confidencialidad tremenda y justamente la ilusión está en que no se sepa, que no se filtre y que la gente en su casa juegue a saber quién es.
"Nosotros tenemos una vida muy sencilla. Atahualpa nos acompaña bastante, conoce este mundo y no le es ajeno, pero sabe que somos mamá y papá en casa y después el papá se sube a un escenario y canta".
-¿Cómo se maneja la confidencialidad?
-Para que se den una idea, los contratos de los famosos están firmados con los nombres de los personajes. Ni siquiera en los contratos están sus nombres, por lo tanto ni siquiera los abogados saben quiénes son. Obviamente los gerentes de programación, ciertas personas de producción saben, pero el chofer recibe a una persona que quedó esperando en un lugar con la máscara puesta, el buzo, lo trasladan a un camarín especial con la máscara y si tienen que ir al baño no se la pueden sacar. Cuando llegan las de vestuario, es lo mismo. Es todo un protocolo y así es en 50 países. El éxito es que sea así.
-¿Alguna vez te tocó disfrazarte para salir a la calle?
-En general trato de tener una vida súper simple y no me privo de hacer absolutamente nada. Pero me acuerdo de que estaba en Praga a donde iba a dar un recital. Habíamos llegado el día anterior y no me dejaban salir los de seguridad porque había mucha gente y les daba miedo. Pensaba ‘¡no voy a conocer Praga!’. Entonces una de las chicas que trabaja conmigo, Dorita Chávez, me consiguió una peluca rubia, me la puse y pasé por delante de los de seguridad. Nunca se dieron cuenta. Me recorrí todo Praga, el Puente de Charles, era un 21 de septiembre y nevó. Una belleza. Cuando volví se había armado terrible bardo en el hotel porque no me encontraban y yo aparecí con la peluca en la mano tipo ‘¡hola!’.
"Yo con Ricardo soy yo y en este programa también. Básicamente con todas mis virtudes y todos mis defectos. Eso es un poco lo que me estoy permitiendo ser. Porque si los personajes están lindos… ¡yo estoy montadísima!".
-¿Ni siquiera en pleno éxito de Muñeca Brava te camuflaste?
-Era otra época. Primero porque estábamos todo el día grabando y no había esa exposición. La gente me reconocía, me pedía fotos. Pero yo cuando estoy en mi vida no estoy así. No me maquillo, no me peino y por ahí paso sin que se den cuenta. Si hablo tal vez sí, cuando me tomo un taxi, pero es lo que elegí. Sería raro decir "no quiero que me conozcan". Este es el único programa en el mundo donde los famosos no quieren ser reconocidos.
NATALIA OREIRO CONTÓ QUE SU HIJO ATAHUALPA INFLUYÓ EN QUE CONDUZCA ¿QUIÉN ES LA MÁSCARA?
-Atahualpa se convirtió en fan del programa desde antes del comienzo. ¿Fue a verte?
-Ya pedí permiso para que pueda venir. No va a estar delante de cámara. Él siempre me acompaña en los programas que hago. Ayuda a los chicos de sonido, pone algunos inalámbricos y eso le encanta. Tiene que estar. Los personajes famosos para ser trasladados van con unas máscaras negras y un buzo que dice ‘no me hables conmigo’ y obvio que él ya tiene todo.
-¿Y tu hijo como vive tu fama y las de dos padres que son reconocidos y populares?
-Nosotros tenemos una vida muy sencilla. Él nos acompaña bastante, conoce este mundo y no le es ajeno, pero sabe que somos mamá y papá en casa y después el papá se sube a un escenario y canta. En casa hay instrumentos, yo estoy con mis guiones en el lugar donde estudio, hago personajes y él se ríe. También la gente es muy respetuosa con nosotros porque no nos exponemos y no lo llevamos a lugares donde sabemos que va a haber prensa. Somos retranqui y no nos privamos de hacer nada. Él lo vive bien. Son los papás que a él le tocó.
"Amo a Susana con todo mi corazón. Es imposible ser Susana porque ella es ella y yo quedó asi de chiquitita".
NATALIA OREIRO HABLÓ DE LOS RUMORES DE TENSIONES CON WANDA NARA
-¿Cómo tomaste la polémica que se armó con Wanda por su ida a Estambul cuando estaban con las grabaciones?
-Me da pena, pero esa no es la palabra la palabra correcta. No se lo merece ella. Es una relaburadora. Va, viene, hace mil cosas y nosotros estamos acá como un equipo para pasarlo bien, para que a la gente le guste el programa. Todo eso ya estaba estipulado. No se lo merece.
-¿No hubo nada de cierto en esto que se dijo de que había mala onda?
-A veces es difícil que no se genere ese run run con personalidades tan fuertes, como la de ella. En mi caso, no me gusta que me involucren porque principalmente no es verdad. Con ella tengo la mejor. No se lo merece porque es retrabajadora. Le está poniendo todo al programa, pero no puedo decir mucho más. Es algo que no es verdad.
Foto:Prensa Telefe
NATALIA OREIRO, A CORAZÓN ABIERTO SOBRE SU RELACIÓN DE 21 AÑOS CON RICARDO MOLLO
-Estás desde hace 21 años con Ricardo Mollo. ¿Cuál es la fórmula para estar con una persona que amás durante tanto tiempo?
-Para estar con Ricardo no hay fórmulas porque él lo más. No existen. Es elegirse todos los días, es acompañarse, es la admiración. Es una persona maravillosa, muy real y eso me enamora siempre. ¡Es difícil no enamorarse de Ricardo!
-¿Qué cosas tuyas hacen que él siga enamorado de vos?
-Nada que ver la respuesta con tu pregunta, pero volviendo al inicio sobre qué expectativas tengo sobre mí, yo con él soy yo y en este programa también. Básicamente con todas mis virtudes y todos mis defectos. Eso es un poco lo que me estoy permitiendo ser. Lo mismo que soy en mi vida, pero con maquillaje y peinados. Porque si los personajes están lindos… ¡yo estoy montadísima! No es para competir, pero es para estar a la altura. Después en el programa vas a verme a mí matándome de risa, equivocándome y tratando de hacerlo bien.
Foto: Instagram
-¿Alguna vez sentiste presión de tener que ser "perfecta"?
-Muchas veces. Con Santa Evita me pasó. Tenía una presión muy grande, tenía mucho miedo porque quería hacerlo bien, pero estamos hablando del gran personaje femenino de la historia argentina. La verdad es que era pa’ tener miedo (risas). Me ha sucedido en muchos momentos. Para mí es una gran responsabilidad y es una oportunidad hermosa la que me da Telefe y quiero hacerlo bien. Estoy aprendiendo a disfrutar el ser yo, sin hacer un personaje. No tengo un guión.
Foto: Prensa Telefe
SIN SUSANA GIMÉNEZ ¿NATALIA OREIRO, LA NUEVA DIVA DE TELEFE?
-Apenas salieron los adelantos del programa y se vio que aparecías cantando y bailando se empezó a decir “Natalia es la nueva Susana Gimémez de Telefe”. ¿Qué pensás de eso?
-Amo a Susana con todo mi corazón. Es imposible ser Susana porque ella es ella y yo quedó asi de chiquitita (risas). Ni contestarte puedo. Es un programa musical, todos los personajes cantan y bailan. Además, yo soy cantante.
-¿Qué se viene en tu carrera musical?
-Acaba de salir el video con Lali Espósito y con Soledad Pastorutti. También se viene un tema con Ana Prada, que es una cantante y compositora uruguaya hermosa, con la que hicimos un videoclip relindo y participé en un tema con La Delio Valdez. ¡Muy variada la cosa! ¡Evita, La máscara, Iosi el espía arrepentido, Lali y Sole! ¡Me encanta!
Foto: Instagram/Bruno Nogueira
Video y Edición: Fernando Halperín