Con toda la vitalidad y buena onda que Natalia Franzoni (34) despliega como conductora de #CambiáTuDía, la periodista recibió a #ExpertxsEnPañales en su casa, a tan solo 12 días de haber dado a luz a Ramiro. Casada hace 15 años con el exfutbolista Mariano Juan (43), con quien además es madre de Gonzalo (10), Naty presenta orgullosa a su bebé: “Este enano está todo el día tomando teta. Nació chiquitito porque tuve el parto de 37 semanas. Este bebote nos sorprendió y fue un parto maravilloso, hermoso, rápido, completamente disfrutable. Capaz que porque ya sabía lo que era”.
“Gonza, mi primer hijo, fue tan buscado, re deseado, tan planificado… Pero con Rami no tenía tanta expetativa. Yo me sentía súper realizada, estaba en mi mejor momento laboral, bien en mi casa, con mi hijo. Pero mi hijo quería un hermanito, y dije ‘la verdad que está todo dado, hay mucho amor en la familia, estamos súper bien. ¿Por qué no?’. Aunque me daba fiaca volver a arrancar. Pero hice un par de cosas, como sacarme el DIU, agarré las pastillas y las dejé. No me decidía, estaba indecisa… pero me olvidé las pastillas un día y este niño llegó al mundo”, explica divertida.
-¡Se ve que Ramiro tenía muchas ganas de venir!
-Sí, tenía muchas ganas de venir. Ramiro tenía que ser, así como el otro no tenía que ser (n. de la r.: sobre la pérdida de un embarazo que sufrió) y fue tan doloroso… Una busca, quiere, le pone tanto amor y garra, no es y no llega. Bueno… es una situación que las mamás que buscan me deben comprender, porque una entiende por qué no pasa. Se piensa si una tiene algo, una se frustra, enoja, quiere…
-¿Cómo te enteraste de que estabas embarazada?
-Mi hijo me dijo: “Mamá, en esa pancita hay un bebé”. Y estaba de 11 semanas… ¡O sea que yo era la única dormida! Ja. Me fui corriendo a la guardia, dije que me parecía que tenía un descuido, exageré con un acting total, pedí que me miren y revisen. Hasta que me dicen: “Querida, estás de 11 semanas”. Estaba re avanzado, pero no tuve un vómito, una naúsea, nada. Ahí se me fueron todas las dudas.
-Teniendo en cuenta tus malas experiencias, ¿te dio temor?
-El miedo era no poder quedar embarazada. Era frustrarme otra vez, sufrir, que Gonza espere un hermanito y que no venga.
-¿Cómo viviste tu embarazo?
-Fue súper activo, sin nauseas, vómitos, ni un solo malestar.
-¿Te dieron antojos?
-Sí, pero fue todo chatarra. Yo que soy súper sana y les muestro mis recetas saludable, ja, ja. Se me dio por el fiambre, picadas todo el día, papas fritas. Todo mal. Salado con dulce. Me clavaba tres medialunas y después un paquete de papas fritas.
-¿Cómo pasás el día con Rami?
-Estoy con él encima, piel a piel. Amo el piel a piel con el bebé.
-¿Hacen colecho?
-No, no hago colecho. Nunca. Con Gonza tampoco. Rami duerme en su cuna, pero me levanto cada una hora, y entre que le doy la teta, le hago el provechito, le cambio el pañal… terminamos durmiendo los tres, con Mariano, atravesados. ¡Pero ese colecho no va! No soy fiaquera para levantarme. Es más por una cuestión de comodidad.
-¿Hacés teta a libre demanda?
-Sí, a full. Teta cuando quiere, pero nada de chupete ni mamadera. Me he sacado y he donado la leche con Gonza, pero con Rami vamos bien y tampoco me sobra tanta.
-¿Cómo mimás a tu bebé?
-Le pongo musiquita de relajación, le hago shantala (N del R: masajes corporales para bebés para relajarlos, que pueden realizarse después de bañarlo). Voy a empezar con los cursos de shantala, así que voy a enseñar esos masajitos que son buenos para que los bebés puedan dormir, para que no tengan gases. Sobre todo para las mamás que no pueden dar la teta, porque es un momento único de conexión con el bebé, porque está desnundito, vos con la mano. También lo pueden hacer los papás, abuelas, abuelos. Es para un momento de conexión, relax. A ellos les encanta. Por eso es importante hacerlo a partir del mes, o cuando se les cae el cordón umbilical, hasta el año. Ramiro se relaja y se queda tendido… Y es el día de hoy que Gonza me pide masajes todas las noches.
-¿Quién eligió el nombre de Ramiro?
-Pensamos tanto… Mi papá se adjudica el nombre del chico por un jugador de fútbol de no sé qué. Pero no sé quién dijo Ramiro. Dijimos que fue Gonzalo, y si Gonza ve esto se va a sentir muy defraudado. Y ahora conozco 100 millones de Ramiros, ja. Me rehúso a hablar con Ramiros. El único era mi hijo, pero ahora tengo 100 más en la agenda. Pero nunca presté atención.
-¿Y Mariano, tu marido, cómo es como padre?
-No aparece, está detrás de cámara. Está en todos lados, es como Dios. Mariano es un capo, pasa que ahora no tiene mucha participación, es cuando yo le digo. Porque cuando agarra a Ramiro lo empieza a chupar y me dice: “Quiere teta”. Y le digo que se lo aguante, que se lo quede dos minutos más, ja, ja. Cuando está despierto se pone loco, lo mira y le juega. Con Gonzalo es un papá al cien por ciento. Le prepara la mochila, le lee los cuadernos de comunicaciones, está en los chats y me ayuda él. Me preguntan que cómo no tengo niñera, pero tengo al padre que ayuda y está siempre.