Fueron 20 años de amor los que vivieron Nancy Pazos (50) y Diego Santilli (51), historia que quedó sellada con las llegadas de Teo (16), Nicanor (14) y Tonio (7). Sin embargo, la separación del político fue una etapa muy dolorosa que debió atravesar para volver a ponerse de pie y rehacer con su vida.
Lejos de aquellas lágrimas que derramó en momentos de soledad, la periodista abrió su corazón y dio detalles de cómo fue la etapa de su duelo: "Para que tengas una idea, una vez me bajaron en una camilla de un vuelo internacional, había ido a ver a unos amigos que tenía afuera. Llegué a 42 grados de temperatura, con toda una descompensación del cuerpo y no me podía levantar del asiento. Ahí empecé a soltar", le comentó Nancy a Moria Casán en el piso de Incorrectas.
"Desde el momento en el que Diego habla conmigo en enero, hasta el que se termina yendo de casa a fines de marzo o abril, dormíamos con cinco almohadas en el medio que las ponía él. Yo no lo toqué nunca más".
"Había decidido cortar con mi fidelidad física. Al regreso de ese viaje dije ‘ya está, ya no la peleo más’. En ese momento, claramente me dediqué a comer, a tener ese ritual de cenar con los chicos muy temprano y cuando los acostaba a dormir a las 8 de la noche, porque se levantaban muy temprano, eran dos horas de pensar y llorar", agregó.
Luego, Nancy explicó cuáles fueron las claves para salir adelante: "Más que nada lo que más hice fue hacer terapia, llegué a ir cinco veces por semana porque era lo que necesitaba. Necesitaba sacar cosas de adentro, reconstruirme, volver a encontrarme".
"En su momento, fue el hombre más importante de mi vida, eróticamente éramos perfectos… pero a mí me la bajó y nunca más".
Por otro lado, Pazos -actualmente en pareja con Ignacio Iparraguirre- confesó algunas intimidades sobre el final de su matrimonio con el vicejefe de Gobierno porteño, quien hoy está casado con la modelo Analía Maiorana: "Desde que él habla conmigo en enero hasta que se termina yendo de casa a fines de marzo o abril, dormíamos con cinco almohadas en el medio que las ponía él. Yo no lo toqué nunca más".
"Cuando me dijo que estaba confundido, su frase lo deserotizó. En su momento, fue el hombre más importante de mi vida, eróticamente éramos perfectos… pero a mí me la bajó y nunca más", cerró, sin filtro.