Pasadas las 8 de la mañana, se confirmó la muerte de Carlitos Balá. El emblemático animador infantil tenía 97 años y había sido internado de urgencia en el Sanatorio Güemes.
El jueves por la noche, Balá había sido trasladado a la clínica por un cuadro de mareos para realizarse una serie de chequeos. Pocas horas después, el representante de Carlitos, Maxi Marbuk, y su familia confirmaron el deceso, según informaron en TN.
Desde el Sanatorio Güemes, Jimena Grandinetti amplió la triste noticia para Arriba Argentinos: "Falleció Carlitos Balá. Ingresó al sanatorio con mareos, quedó en observación. Le habían hecho algunos chequeos, estudios, que habían salido bien, pero los médicos decidieron que Carlitos Balá se quedara internado durante la noche y, lamentablemente, nos toca dar esta triste noticia de que falleció".
LA CARRERA DE CARLITOS BALÁ, EL ANIMADOR INFANTIL MÁS QUERIDO
Carlitos Balá atravesó muchas generaciones con su humor sutil e inteligente, convirtiéndose en el ídolo de grandes y chicos. Balá había comenzado a hacer humor para vencer la timidez, en sus viajes en la línea 39.
Balá fue actor y conductor. Hizo cine y teatro. Sus primeros pasos artísticos fueron en 1958, año en que ingresó al popular trío cómico Balá, (Jorge) Marchesini, (Alberto) Locati. Presentado por Antonio Carrizo en Radio El Mundo, el grupo tuvo gran popularidad hasta 1960.
Luego desembarcó en los medios, de la mano de Gerardo Sofovich, con la pieza Balamicina. Y le siguieron: Abel Santa Cruz (El soldado Balá), Aldo Cammarota (El flequillo de Balá), Mesa, Basurto y Garaycochea (El clan Balá) y muchas otras firmas de renombre a lo largo de su extensa trayectoria. Hizo Balabasadas en el programa Sábados Circulares de Nicolás Mancera y tuvo su propio circo (El circo mágico de Carlitos Balá). Mientras tanto, comenzó su filmografía.
A partir de Canuto Cañete, conscripto del siete, que tuvo diferentes versiones, participó en 18 películas: El tío disparate, Esto es alegría y Qué linda es mi familia, entre otros.
Fue el creador de el “chupetómetro”, invento que lograba que los más chiquitos dejen de usar el chupete. Pero sus frases más célebres e icónicas fueron: “¿Qué gusto tiene la sal? Salado”; “Ea-ea-ea-pe-pé”; “Mamá ¿cuándo nos vamo’?”; “Está un kilo y dos pancitos”; “Más rápido que un bombero”; y “Sumbudrule”.