Se sabe: cuando Moria Casán se decide a ventilar anécdotas por Twitter pasa de todo. Y eso fue lo que generó la diva en sus redes cuando lanzó tremenda revelación sobre los entretelones de lo que habría sucedido una vez en América.
Sin dar nombres propios y bien a su estilo, Mo contó cómo conductores, figuras y directivos del canal participaron de una escandalosa reunión en la que casi habría terminado a las piñas.

Así la conductora de Incorrectas relató la experiencia que vivió puertas adentro de la emisora en la que trabaja.
“Recuerdo que en una reunión llamada de Tupper en el #MayonesaChannel, el oscurito se levantó y amenazó a una señora que estaba al lado mío y que comenzó a temblar, yo le dí un Rivotril”, empezó Moria en Twitter, dando a entender que se trataba de Rial al compartir una nota que hablaba de un palito que le dedicó a su colega.
Y siguió: “Había mucho y poco huevo, y cinco féminas, una se había ido para conducir, y los demás lo agarraron al misógino y estuvo a punto de agarrarse a piñas con uno de los dueños del canal”.
¿Cómo siguió la reunión? “Después de eso nos quedamos los dos con una de las féminas de gerencia, y yo le dije: 'Sos un soret... mal cagad...'. Él, lejos de enojarse y yo menos porque estaba divertida, ¡me abrazó y nos reímos!”.
“Ninguno mata a ninguno, mucha vayaina, pocos huevos, traiciones, en una reunión donde no se aclaró nada y quedó en evidencia que la tele es un electrodoméstico donde abunda el cotorreo y el cotilleo, y los resultados parece que no favorecen”, continuó.
“Igual amo a América y me encantan los Vila, me sentí honrada por esa familia... el resto, hummmmmm (S.O.S.). Agradezco a Eurnekián que me haya contratado y la cena que tuve con él hace dos meses. Fue lo más. Aguante la tele argentina, si destapan unas cloacas, va a ser una de las mejores. ¡Bye, adoraciones!", cerró.