La presencia de Moria Casán en el último programa de Almorzando con Mirtha Legrand tuvo un extra de “picante” hasta para la chef del ciclo, Jimena Monteverde. Porque apenas apareció para presentar el menú, la diva la puso nerviosa con una pregunta muy íntima a la que se sumaron todos.
Todo empezó con mucha inocencia y fue escalado poco a poco. “¿Jimena, seguís casada con el hombre de campo? ¿Cuántos años ya?”, quiso saber la One, a lo que Monteverde contó que lleva nada menos que 27 años en pareja con la misma persona.
En ese punto, Moria recordó a su marido, a quien conoció cuando Jimena participó años atrás en Bailando. “¿Nunca te embriagaste en el Bailando?”, le preguntó Juana Viale, que se acababa de enterar de que la cocinera había sido parte del famoso certamen.
“Estoy en un plan serio, cambiando de vida...”, reaccionó Jime. “¡Pero que la nueva vida no nos haga aburridos, por favor!”, la siguió Mo, antes de descolocarla en vivo con una típica salida suya.
“¿Todo bien lo sexual, ustedes? ¿Cómo hace una pareja de 27 años para seguir manteniendo el fuego sagrado? Danos los ingredientes como si fuera una receta de cocina”, planteó Moria, sin filtro.
“¿Cómo hace una pareja de 27 años para seguir manteniendo el fuego sagrado? Danos los ingredientes como si fuera una receta de cocina”.
Riendo, Juanita señaló que esta era la primera vez en la que Jimena se quedaba “sin palabras”. Para peor, Martín Bossi también intervino y le sumó incomodidad y risas a la mesa: “La curva de lo sexual en la pandemia, ¿descendió o subió?”. “¿O estamos llegando al pico?”, agregó Viale.
“Yo estoy en el mejor momento de mi matrimonio”, sentenció, para callar a todos, mientras le pidió a Juana ponerle punto final a la cuestión porque iban a salir “en todos lados”.
“Estamos muy bien. Me prepara el mate todas las mañanas, eso es todo; me prende el fuego cuando hago el asado, eso ya está muy bien”, agregó Jime.
“¿Y te rasca la espaldita?”, preguntó Moria. “No, tenemos una cama muy grande, es difícil...”. “¿Y vos, la pancita, a él?”, insistió.
“¿Contamos el menú? ¡No saben chicos, lo que estoy transpirando!”, cerró Monteverde, cuando finalmente los invitados le tuvieron “piedad” y la dejaron en paz.