Si hay un lugar en el que los famosos buscan lucir sus mejores prendas, en la mayoría de las veces ayudados por un estilista y diversos canjes para la ocasión, es en Almorzando con Mirtha Legrand. Durante toda su larga historia, la conductora animaba a mujeres y hombres a mostrar su looks, donde las etiquetas, los zapatos lustrosos y los vestidos despampanantes reinaban. Sin embargo, en el último programa fue la cantante Miss Bolivia (41) quien se atrevió a ir más allá y apostó por ser fiel a sí misma y en sus propios términos.
"Estos zapatos y esta camisa me los compré en Once, esta camisa es de una feria americana y estos anillos son del Barrio Chino y salen $50".
Después que Natalie Pérez y Mimi mostraron sus vestidos, la cantautora hizo lo que nunca nadie había hecho (¡o dicho!): “Estos zapatos me los compré en Once, este chupín es de la marca de una amiga mía, esta camisa es de una feria americana, esta campera también la compré en un negocio de Once y estos anillos son del Barrio Chino y salen $50” , pormenorizó, mientras la cámara la recorría de pies a cabezas. Y para que no queden dudas que las críticas sobre su atuendo le importan muy poco, terminó con su frase más famosa: “A la gilada, ni cabida”, lanzó.
Los compañeros de mesa de Miss Bolivia celebraron con aplausos su autenticidad, pero fue la Chiqui quien más festejó su desparpajo: “¡Muy bien! Y con mucho humor. Los del Once están encantados, felices”, le dijo a la cantante, que cantó en el ciclo su hit “Tomate el palo”.