El dramático caso de Rubén Darío “El Pepo” Castiñeiras tiene un trasfondo más que singular. En la madrugada del sábado, el cantante de cumbia volcó la camioneta que manejaba en la ruta 63, cerca de la ciudad de Dolores. Como producto del siniestro murieron el trompetista Ignacio Abosaleh (29) y el mánager Nicolas Carabajal, mientras que la corista Romina Candias y el cantante sufrieron heridas leves.
El defensor legal del Pepo es el reconocido Miguel Ángel Pierri, mientras que las dos familias de las víctimas fatales son representadas por Marcelo Biondi. El letrado del cantante y el abogador querellante son viejos conocidos.
Durante muchos años, Pierri y Biondi fueron socios en su estudio de abogados. Tras la separación profesional, en 2014 Miguel Ángel se divorció de su esposa, Karina Ranni, con quien son padres de Juan (13). Al poco tiempo, Biondi blanqueó su romance con la mujer de su exjefe y, a fines de 2015, nació Victoria, la primera hija de la pareja, que en 2018 se unió en matrimonio.
"En lo profesional no puedo decir nada, le brindé todas las oportunidades y tiene un nombre propio a partir de mi estudio. No era para terminar así, pero bueno. Cada uno es condciente de lo que hace y deja de hacer. Ninguno de los tres quería que las cosas se den como se dieron", declaró Pierrri, en la revista Noticias, tiempo después.
En noviembre de 2016, Miguel Ángel rearmó su vida sentimental con Vanina Hussein, una expolicía, con quien celebró su boda con una gran fiesta para 200 personas, en un salón de Pilar, junto a muchos famosos como Fernando Burlando y Barby Franco, Ana Rosenfeld, Chiche Gelblung y Silvio Soldán, entre otros.
Por su parte, Biondi y Ranni se casaron en noviembre del año pasado. “Dios quizás nos puso en el momento y lugar adecuado de nuestras vidas para hacer Justicia ante una situación que no era justa. Y realmente estamos muy felices después de lo que hemos formado y logrado, que es una familia muy linda", declaró el abogado, haciendo una tangencial referencia a la denuncia pública de Karina a Pierri por violencia.