Martín Insaurralde vivió un Día del Padre diferente, aislado en su habitación del Hospital Lavallol, donde le brindan los cuidados necesarios desde que fue diagnosticado positivo de Covid-19. Y para hablar sobre su estado de salud, el intendente de Lomas de Zamora charló con Gerardo Rozín en La Peña de Morfi, ante las dudas sobre cómo evolucionaba su cuadro desde que a mediados de la semana recibió una transfusión de plasma.
“Quiero empezar por el final: anoche pasé mi mejor noche, la número once, y hoy me siento bárbaro, con la capacidad pulmonar ya desde ayer bárbara, con buena oxigenación y ningún dolor muscular ni de garganta”, dijo Insaurralde.
"Anoche pasé mi mejor noche, la número once, y hoy me siento bárbaro, con la capacidad pulmonar ya desde ayer bárbara, con buena oxigenación y ningún dolor muscular ni de garganta”.
“El miércoles fue el día del quiebre de la enfermedad en el que se me había reducido la capacidad pulmonar”.
“El miércoles a la noche me hicieron una pequeña intervención quirúrgica porque no tengo buenas venas para poder recibirlo y me transfundieron plasma y corticoides”, continuó.
“Estoy feliz porque creo que fue una lucha que valió la pena”, siguió, conmovido. Y le aclaró a Rozín: “Dejame decirle a la gente que cuando pasa por estas cosas, primero lo mejor es cuidarse, que a cualquiera le puede pasar. Yo he tomado todos los recaudos necesarios, pero por mi actividad tenía roce con muchas personas”.
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“Hasta que no haya una vacuna hay que cuidarse”, cerró, muy agradecido por el equipo médico que está en la primera línea de la trinchera.