Ni bien empezaron a salir a la luz viejos y repudiables tweets de Martín Cirio sobre la "pedofilia", el influencer pidió disculpas, se alejó de las redes sociales y adelantó que no va a "desaparecer".
Tras un día en silencio, La Faraona subió a YouTube un extenso video con un objetivo claro: pedir disculpas y confirmar que seguirá activo, y que pese a este delicado momento no dejará de compartir contenido en las redes sociales.
"Quiero arrancar diciendo que me equivoqué, la pifié feo con El Dipy. Él había subido una vez un tweet en el que me bardeaba y dije ‘me la diste una vez, ahora te la voy a devolver’. Y me salió como el orto porque, además, no estaba bueno hablar de una canción que sacó hace un tiempo. No soy amigo de El Dipy, no sé cómo pensará ahora, pero como todo el mundo se debe haber deconstruido y las cosas que cantaba hace unos años no tienen nada que ver con lo que piensa ahora. Lo que hice es, básicamente, lo que están haciendo conmigo ahora”, así comenzó su descargo.
Y remarcó qué sintió cuando empezó a ver que salían a la luz los repudiables mensajes que involucraban a menores: "Leyeron un montón de tuits aberrantes que cuando me desperté y vi las capturas que me mandaron mis amigos no podía creer cómo pude haber escrito algo así. Obviamente los escribí yo pero no me reconocía, ni siquiera recordaba haberlos escrito. Yo tuve un proceso de deconstrucción y crecimiento que es muy reciente”.
"Leyeron un montón de tuits aberrantes que cuando me desperté y vi las capturas que me mandaron mis amigos no podía creer cómo pude haber escrito algo así. Obviamente los escribí yo pero no me reconocía, ni siquiera recordaba haberlos escrito. Yo tuve un proceso de deconstrucción y crecimiento que es muy reciente”.
Además, explicó cómo era su humor antes para intentar poner en contexto a quienes lo criticaron, con razón, a más no poder a partir de sus polémicos mensajes. "Twitter estaba lleno de gente de entre 20 y 40 años, y se trataba de ser picante, quién decía la mayor aberración, y todos lo festejaban. Si ponías ‘hice patria, maté a un chorro’, tenías gente que se cagaba de risa y te redoblaba la apuesta. No era el lugar donde estaba mi madre. En Twitter no había fotos de la cara, había personajes, podías decir ‘negro de mierda’, ‘gordo de mierda’, ‘hay que matar a los negros’ y nadie cancelaba eso. Era el humor del peor, del más repudiable”, añadió.
“Hoy leo mis tweets y de ninguna forma puede ser gracioso, me da vergüenza, cómo puedo ser tan monstruo de escribir esa mierda, no lo puedo justificar. Ni siquiera creo que fue humor porque no era gracioso. Era ser picante por ser picante. Pero no dejaba de ser un personaje. Repudiable y lo que quieran, pero un personaje. Juzgar eso como si fuese la realidad y decir ‘uy, me descubrieron, soy un pedófilo’, es una locura. Es como agarrar un tuit de Micky Vainilla (el personaje de Peter Capusotto caracterizado como un nazi) y juzgarlo como si fuese Capusotto. Agarrar eso y ponerlo en un plano real es una locura. Las redes se mueven con un lenguaje propio que si lo sacás de ese contexto por supuesto que es un escándalo y no tiene sentido”, agregó.
"No voy a desaparecer ni quedarme callado. Voy a seguir denunciando las cosas que me están pasando. Por más que me refloten tweets de mierda y me quieran hacer quedar como un pedófilo, van a tener que matarme para hacerme callar la boca”.
Y se retiró remarcando que no va a "desaparecer": "A mí me pueden matar, cancelar, decir ‘Martín Cirio pedófilo’, pero puedo seguir haciendo videos. Con esto que se generó lograron dejarme sin laburo, porque todo lo que podía llegar a hacer se me cayó. Pero va a volver porque lo voy a dar vuelta. No voy a desaparecer ni quedarme callado. Voy a seguir denunciando las cosas que me están pasando. Por más que me refloten tweets de mierda y me quieran hacer quedar como un pedófilo, van a tener que matarme para hacerme callar la boca”.