La final de MasterChef se vivió en medio de un clima colmado de adrenalina, euforia… y un poco de polémica. Y no es para menos, el tan esperado capítulo tuvo como protagonistas a uno de los participantes más populares y a otro que despertó en su público amores y odios.
El duelo era claro. De un lado se encontraba Alejo Lagouarde (26), un estudiante de marketing que dio que hablar por su humor ácido y arrogante, aunque -según él mismo le confesaría luego a Ciudad.com- se trató de “un personaje”.
Del otro, un perfil totalmente distinto. Martín Matroni (30) se posicionó como el favorito en las redes sociales, y como un esposo y padre de familia (tiene a Renzo, de 6) que buscaba cumplir su sueño.
En la actualidad, ese enfrentamiento que se manifestó durante el reality de principio a fin, ya no existe. Hoy, predomina la amistad entre el campeón y el subcampeón, y las ganas de poder vivir de lo que les apasiona.
Alejo Lagouarde: “Yo estaba seguro que de la mano de mi personaje iba a llegar. Hubo excelentes cocineros que se fueron en el medio porque se quebraron emocionalmente, no podían seguir y empezaron a pifiar”.
Unidos por Caras, Alejo, tras coronarse como el gran MasterChef, le dijo a la revista: “Mi sueño sería poner un restaurante de muy pocos cubiertos, te digo máximo 22 cubiertos, muy exclusivo, para que la gente viva una experiencia. Que digan que quieren volver a problar este plato. Me falta sacarme el miedo a perder mucha guita”. El campeón recibió como premio 350.000 pesos, la publicación de un libro de recetas y una beca para estudiar en Mausi Sebess.
Por su parte, Martín analizó la final: “Creo que perdí porque quizás estaba demasiado confiado y eso me jugó en contra. Quizás toda la exposición que tuvimos desde la rivalidad fue lo que me nubló a la hora de cocinar”.
Martín Matroni: “La capacidad de asimilar nuevas técnicas y nuevos ingredientes, creo que eso marca la diferencia entre los buenos y los malos cocineros”.
Además de hablar de sus sentimientos, los chefs posaron juntos y se divirtieron mientras hacían la producción, ambientada en una cocina y con platos elaborados para la ocasión.
Por último, los cocineros contaron cuáles fueron sus puntos más fuertes para llegar tan lejos en el ciclo de Telefe. Alejo aseguró: “Yo estaba seguro que de la mano de mi personaje iba a llegar. Hubo excelentes cocineros que se fueron en el medio porque se quebraron emocionalmente, no podían seguir y empezaron a pifiar”. Y Martín cerró: “La capacidad de asimilar nuevas técnicas y nuevos ingredientes, creo que eso marca la diferencia entre los buenos y los malos cocineros”.