Si la vida privada de Mario Pergolini es un hermética, la nula relación con su padre es un tema por demás tabú que se animó a hablar en una entrevista mano a mano con Andy Kusnetzoff.
"Murió mi papá, Andy, te quiero decir...", frenó en seco Pergolini a Andy cuando el conductor de Perros de la Calle contaba su anécdota con Edmundo Pergolini, cuando en 2001 el papá de Mario le había pedido Andy ver a su hijo, distanciados desde 1992.
Sorprendido, Kusnetzoff le preguntó si hacía poco que había fallecido su papá, Pergolini admitió que sí y explicó con risas incómodas: "No, no me causó nada... Contado así suena como muy frío, pero no es exactamente así. Mi hermana lo seguía viendo y le dije 'Mirá, si algún día pasa eso y necesitás ayuda, yo voy a estar'".
"No, no me causó nada... Contado así suena como muy frío, pero no es exactamente así".
Con extremo humor negro, Mario precisó a quién ayudó en el momento fatal a su papá, que hacía muchos años estaba separado de su madre: "La ayudé a ella, no a él. A él no lo ayudé, de hecho estaba muerto. Ayudé a mi hermana".
"Mucha gente te dice 'Vas a ver que si no lo arreglás, te va a quedar algo pendiente'".
Incrédulo por el desapego de Pergolini con su propio padre, Andy indagó sobre cómo impactó la muerte y el empresario se explayó: “No me produjo nada... Te ponés a hablar con tu hermana, tuvimos que ver el departamento... En algún momento tenés algo, obvio. No es que me quedé diciendo 'esto iba a pasar'. También mucha gente te dice 'Vas a ver que si no lo arreglás, te va a quedar algo pendiente'. En terapia es algo que charlás. Pero yo lo solucioné por otro lado, creo que lo solucioné con él hacía mucho tiempo".
MARIO PERGOLINI Y SU MALA RELACIÓN CON SU PADRE, EDMUNDO PERGOLINI
Para evitar profundizar sobre su tenso vínculo con su padre, Mario Pergolini siempre recurría con orgullo a un hito de su padre, Edmunfo Pergolini: "Mi papá diseñaba máquinas industriales, un tipo que realmente era admirable. Teniéndolo al lado uno quería ser como él, porque no quedaba otra. Mi papá diseñó la lapicera Sheaffer, la 303 la inventó mi papá".
En otras declaraciones a una entrevista con La Nación, Pergolini blanqueó: "Tuve una infancia muy solitaria, más que de porquería. Yo escuchaba música clásica de chico. Mi papá decía que nunca iba a entrar una pelota de fútbol en mi casa. Y al ser varón y no hablar de fútbol, te segregás".
"Mi papá decía que nunca iba a entrar una pelota de fútbol en mi casa. Y al ser varón y no hablar de fútbol, te segregás".
"Me había visto jugar y dijo 'mejor que no haga nada'. Entonces, no hablar de fútbol en un colegio de varones es tener el setenta por ciento menos de amigos. Y ni siquiera escuchaba rock, escuchaba música clásica. Entonces, no tenía muchos puntos de contacto con los chicos", continuó.
En esa misma nota Mario Pergolini había destacado su amor por Sandra, su hermana mayor: "Es un pan de Dios. Tiene un año y medio más que yo, y se esforzó mucho por cumplir el mandato paterno y materno... Pero siempre fue muy compañera".